ARTÍCULO DE OPINIÓN – MANUEL LÓPEZ ANTÓN
EL DÍA DIGITAL – 26/11/2018
El 12 de noviembre del pasado año, murió mi madre, y por ello hacia publica una REFLEXION, bajo el título “17 formas de morir en España:”. Comenzaba diciendo: “ Nacer y morir son los hechos más trascendentales de nuestra vida……..” y finalizaba apuntando: “ Finalmente me dirijo a quienes afirman que nos convertimos en un vegetal o que la VIDA termina con la muerte para decirles que ni saben lo que son los vegetales ni los animales y mucho menos la especie humana, pues el pobre y simple conocimiento que tienen sobre la VIDA y LA MUERTE, ni siquiera es comparable con el pobre y simple conocimiento que la Ciencia tiene del Universo o las Religiones de Dios”.
Lo que planteaba desde mi corazón, tenia la única finalidad de contribuir a despertar conciencias sin ninguna voluntad de herir a nadie. El tema sigue sin resolver y lo que es peor agravándose cada día más, dependiendo del día de la semana que nos toque. Y todo como consecuencia de las cobardías sociales y profesionales, que reinan en nuestra sociedad donde nada esta bien visto si no te expresas dentro del marco de las ingenierías sociales, o de la hoja de ruta de las “grandes fraternidades”, maquinarias para difundir medias verdades y lavado de cerebros a las inmensas masas de población, haciendo de la especie humana un ser equidistante, manipulado, animalizado, sin pensamiento propio, y sin ningún vínculo divino.
Un año después, aquella reflexión se abrió camino por si sola en los pocos medios de comunicación no controlados por el poder, bajo un titulo políticamente poco correcto pero muy acertado. Quienes creen saber que todo se puede resolver mediante Leyes, tienen el desconocimiento mas absoluto de las LEYES que rigen todo el orden natural y su perfección, son los que próximamente van a legislar sobre la MUERTE, abriendo así una puerta más al ABISMO y un camino a la OSCURIDAD, los mismos que no saben lo que es la VIDA y mucho menos la muerte, la que reina en este mundo donde nuestro cuerpo físico construido con materia, esta sujeto a las leyes que rigen la materia, que es espacio frió, inerte, inanimado y donde también rige la lógica del espacio, que es la misma con la que se construye el Universo. Una cosa es el espacio y otra cosa es la VIDA que anima ese espacio, por ello cuando se va la Vida, el espacio se queda rígido frió, muerto, desconociendo la mayoría que quien le da movilidad al espacio, quien lo anima es el Tiempo que se rige por una LOGICA, distinta de la lógica de la materia que es la lógica de la mente, la misma lógica por la que se construye todo, idéntica a la que nos gobiernan los políticos, la misma por la que se rigen esos “intelectuales” que nunca tuvieron ni pensamientos ni decisiones propias, ni siquiera saben que existe esa otra LOGICA DEL TIEMPO, los mismos que no viven de frente a la realidad, ni están alerta al devenir, al ahora, aunque sean los que regentan el mundo. Esa realidad que se renueva a cada instante, lo puede cambiar todo con las novedades que nos trae el TIEMPO, que es el Juez que nos pone a todos en nuestro sitio, en nuestro lugar, no solo a nivel personal sino también a los pueblos, ciudades y naciones.
La Eutanasia no es la solución al problema no resuelto de la muerte, sin tener conciencia de lo que realmente es la muerte, la solución esta en saber enseñar y dejar morir en libertad, sin robar a nadie ni un solo minuto de su Tiempo, poder marchar sin miedo, en paz, con amor, y sin dolor en el momento más importante de su vida. La mejor forma de despedirse es en la intimidad, al ser posible en nuestra casa, y con los nuestros, por lo cual hay que dar facilidades a las familias, cuando nuestra vida que es como un río en el que se ha llegado a la desembocadura y por ello tener que cruzar a otra dimensión, facilitando, lo que en todas las culturas se llama DESENCARNAR, que es la liberación del ESPÍRITU; fenómeno distinto a lo que llamamos muerte que es la cesación de la vida orgánica que puede coincidir o no con la muerte.
Legalizar la EUTANASIA es deshumanizar la medicina, frenarla, sustituirla, es el fruto de la ignorancia, tendrá graves consecuencias medicas, políticas, éticas, sociales, y familiares, entraríamos en el más grave conflicto de los Principios que rigen el Derecho, y los de la Medicina. Nuestra Constitución, no reconoce el derecho a morir, si lo reconociera, se podrían desgajar de él otros derechos, como son el vender nuestros órganos y hasta el derecho a vendernos como esclavos. No debemos confundir el derecho a morir bien, con el derecho a despenalizar el acto de terminar con una vida, a eso se llama homicidio. Sería el fin de la confianza depositada durante milenios por todas las culturas en una profesión, cuyo principal principio es no provocar la muerte intencionadamente bajo ningún supuesto. Recurrir al consentimiento implícito o delegado de la familia o el médico para una sedación final cuando la finalidad es acelerar la muerte, es despojar de su conciencia real y su Tiempo al moribundo, y privarle de afrontar el último acto y el más importante de su vida, como es su propia muerte.
La eutanasia es robarnos nuestro Tiempo por una Voluntad que no es la nuestra, y con ello se nos va la Vida, es obligar a otra voluntad a cometer un homicidio, es como hacer bajar en un túnel a un viajero del tren y encontrarse perdido en la oscuridad, sin haber llegado a la estación de destino, donde le esperaban los suyos, los que reconocería por haber compartido su misma memoria del Tiempo en este mundo, es privarnos de unas enseñanzas que hemos venido a asimilar en el mundo físico, es regresar al Tiempo de donde procedemos sin haber terminado nuestro aprendizaje. La eutanasia no es un suicidio asistido como dicen los que pervirtiendo el lenguaje están llevando a la humanidad a la etapa de mayor oscuridad de su Historia y siempre han conducido a la Humanidad por el camino de las guerras, del sufrimiento del dolor y la muerte.
La solución es ayudar al moribundo mediante un cuidado INTEGRAL y tratarle sus sufrimientos espirituales, psíquicos y físicos, sin alargar la agonía con medios artificiales; y es aquí donde se encuentran los verdaderos fundamentos y principios valores de la MEDICINA PALIATIVA, que tiene que profundizar más, perfeccionando y enseñando; sin desvirtuarla de su propia esencia y finalidad; teniendo como primera premisa que somos seres espirituales con presencia física. Negar la evidencia es impedir que despertemos a la realidad que somos, y que debemos ser, es una consecuencia de no saber quienes somos, de donde venimos y adonde vamos, es el fruto de los poderes y fuerzas de la oscuridad, de los que se creen “iluminados”, que comandan este mundo al servicio del dinero y la mentira, los mismos que falsamente pregonan ser defensores de la igualdad, libertad, y fraternidad, sin pensamiento alguno ni ideas propias, enfrentando y dividiendo a la sociedad mediante pensamientos, ideologías y revoluciones con la falsa promesa de querer cambiar el mundo, desconociendo que la verdadera revolución y cambio esta dentro de cada uno de nosotros mismos sin imitar a nadie, siendo este el único camino para librarnos de las guerras, dolor, sufrimientos y hasta de la agonía y el dolor en el proceso la muerte. Si se comprende de forma real, razonada y simple lo que es la VIDA y el fenómeno de lo que llamamos “ muerte”, ( cuya explicación lo dejamos para la próxima REFLEXIÓN), se es mas consciente que la EUTANASIA, no solamente es una locura, sino salvajada, una temeridad, es como obligar a nacer al feto, cuando esta dentro del seno materno sin haber terminado su tiempo en su proceso de perfección, arrastrando por ello secuelas, y limitaciones a lo largo de su vida en este mundo tridimensional, donde ni escuchamos, ni vemos, ni oímos, ni leemos a quienes a lo largo de su Historia, vinieron con ejemplo de vida para aportarnos alimento para nuestras almas como es Luz que es amor, y Color que es sabiduría.
Fdo. Manuel López Antón.
