La Católica defiende la libre elección de centro para el sistema universitario tras el fallo del TC sobre las becas

(Ref amp.elmundo.es)

Aunque sin tener todavía la sentencia, el rector de la Universidad Católica de Valencia ha expresado este jueves su satisfacción por el pronunciamiento del Tribunal Constitucional en contra de la discriminación del alumnado de campus privados en el acceso a las becas de la Generalitat Valenciana. “Hay que hablar de un sistema universitario único”, ha expresado José Manuel Pagán, quien ha hecho un paralelismo de la exclusión de las universidades privadas por parte del Gobierno valenciano con la situación de la enseñanza concertada en los colegios.

En ambos casos, el debate gira en torno al derecho a la libre elección de centro. Según la Universidad Católica, cuya titularidad depende del Arzobispado de Valencia, la libre elección no solo abarca las enseñanzas desde Infantil a Bachillerato o FP -y que se concreta con los conciertos-, sino que debe incluir también a las universitarias. De ahí que los campus privados exijan ser tratados en igualdad de condiciones que los públicos.

De momento, la Conselleria de Universidades ha asegurado que “acatará la sentencia”. Las fuentes consultadas, por tanto, confirman que habrá cambios en la política de concesión de becas. La Universidad Católica emprendió una batalla legal contra la Conselleria de Educación cuando el departamento que dirige Vicent Marzà (Compromís) decidió en el curso 2015-2016 cambiar el criterio de concesión de las becas universitarias de la Generalitat. En lugar de continuar otorgándose en función de la renta económica y el expediente académico del alumno -sin hacer distinción entre universidades públicas y privadas-, Educación restringió el acceso a las ayudas, permitiendo únicamente al alumnado de centros públicos optar a ellas. Desde entonces, solo los estudiantes de Veterinaria en la privada han podido disfrutar también de una beca pública, al ser un grado que no oferta el sistema universitario público, dando por hecho que el perfil del alumno de campus privados es de un nivel socioeconómico alto, algo que desmienten desde la Católica.

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