Personas que cuidan a personas (cuidadores de enfermos y personas mayores)

Personas que cuidan a personas

El pasado 7 de septiembre, la Comisión Europea presentaba la Estrategia Europea de Cuidados para mejorar la situación de los cuidadores y de los receptores de atención sociosanitaria. Debemos valorar a fondo los cuidados de calidad y ser capaces de brindarlos a nuestros mayores.

Fuente: ABC.es    Autor: José Manuel Pérez Fernández es Responsable de Coordinación Técnica Asistencial de DomusVi

Personas que cuidan a personas

Esta iniciativa supone un paso más en la toma de conciencia sobre la importancia que tienen las personas que se dedican al cuidado de otras personas, como pieza fundamental del modelo de atención sociosanitaria. Se trata de algo que cabe reivindicar siempre, y más allá de este pasado sábado, 5 de noviembre, Día Mundial del Cuidador.

El papel de las personas cuidadoras es fundamental en el mantenimiento y mejora de la calidad de vida y del bienestar de nuestros mayores. Un mantenimiento que vertebra su entorno socioafectivo, ya sea en sus hogares o en las residencias, de forma temporal o continuada, pero siempre echando mano de herramientas indispensables para esta hermosa labor como son la empatía, la comunicación, la transparencia y la capacidad de establecer grandes vínculos de confianza con los mayores y con sus entornos familiares.

Sin embargo, ahora tenemos una asignatura pendiente que debemos afrontar con urgencia puesto que, según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2033 habrá cerca de 12,3 millones de personas mayores en España, lo que constituirá más del 25% de la población total. El nuestro será el cuarto país más envejecido de la Unión Europea para 2050 cuando se prevé que el número de personas mayores de 64 años supere los 16 millones, es decir, un tercio de la población.

Estos datos nos tienen que hacer pensar pues redundan en la previsión de una gran demanda de profesionales del cuidado en un entorno que, hoy por hoy, emplea ya de forma directa a cerca del 1,7% de la población activa en España. Una cifra que, ante las proyecciones que hemos visto, aumentará de forma exponencial. Y al calor de estas informaciones, no me cabe duda de que, en el corto, medio y largo plazo, cada día va a haber más personas dedicadas a cuidar a otras personas.

Diálogo y análisis profundo para afrentar costes ineludibles

Este pasado verano, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) publicaba un estudio de dependencia sobre el coste de la atención a domicilio en nueve ciudades españolas, según el cual el 51% de las personas entre 65 y 79 años no puede costearse servicios sociosanitarios de una empresa especializada. Y sí, los costes de los cuidados a la dependencia y, en general, de personas mayores son muy elevados pues se trata de una atención prácticamente personal que no entiende de horarios y que requiere equipos multidisciplinares.

Como cuarto pilar del bienestar y como sociedad comprometida, debemos valorar a fondo los cuidados de calidad y ser capaces de brindarlos a nuestros mayores. Así, aspectos como la financiación, la coordinación, la digitalización, el contínuum asistencial y la constante búsqueda de calidad en los cuidados son parte de las variables que todos tendremos que analizar, a través de un profundo y continuado diálogo entre las esferas pública y privada.

Parte de la evolución de los cuidados a los mayores, pasa por este diálogo que se antoja prioritario, que no es en absoluto excluyente entre partes y que debe siempre estar muy centrado en el objetivo final de brindar el mejor cuidado sociosanitario a las personas sin perder de vista un horizonte de aumento exponencial de la demanda.

Cuidar de los cuidadores

Pero al margen de un diálogo entre todos los actores del sector, la apuesta urgente que los operadores debemos hacer es por el desarrollo profesional, para que el capital humano que trabaja en nuestras organizaciones esté en constante reciclaje y sepa afrontar los retos, tanto a nivel competencial como de conocimientos técnicos, acompañando su crecimiento y reforzando el camino hacia la excelencia.

Es vital brindar buenos programas continuos de formación interna a través de los distintos canales, online y presenciales, que la innovación tecnológica pone a nuestro servicio para facilitar planes de desarrollo de carrera acordes a sus proyectos a largo plazo, sostenibles y de calidad.

A su vez, es importante no olvidar que el cuidado de personas mayores es un ámbito laboral que funciona las veinticuatro horas del día, todos los días del año y, por eso, es de extrema importancia que garantizar que sus profesionales puedan disponer del máximo bienestar, de planes de conciliación familiar, programas de retribución flexible y otras fórmulas que beneficien directamente al empleado.

Fomentar la autonomía y un entorno de trabajo agradable, con la responsabilidad de fomentar la igualdad, diversidad, conciliación o accesibilidad es un modelo que funciona a la hora de ser capaces de centrarnos en la realidad y necesidades de los profesionales del cuidado.

Debemos cuidar de los que cuidan y acompañan a las personas mayores. Profesionales con experiencia y vocación que deben contar con todas las facilidades y apoyos si realmente queremos garantizar el bienestar de las personas a las que cuidan.

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