«España: donde el derecho a morir puede prevalecer sobre el derecho a la justicia» Artículo de Michael Cook en Bioedge

el derecho a morir puede prevalecer sobre el derecho a la justicia

Transcripción de un artículo de Michael Cook en Bioedge de 26 de julio de 2022. El caso de Marin Eugen Sabau (Pistolero de Tarragona) quien solicita la ayuda a morir cuando está a la espera de juicio por intento de asesinato y muchos otros cargos. Si muriera tras recibir la ayuda para morir, no podría ser sometido a juicio por los homicidios por los que está acusado.

Fuente: Bioedge.org    Autor: Michael Cook en Bioedge

España: donde el derecho a morir puede prevalecer sobre el derecho a la justicia

“Soy parapléjico. Tengo 45 puntos en mi mano. No puedo mover bien el brazo izquierdo. Tengo tornillos en el cuerpo y no puedo sentir del pecho para abajo”, dijo Marin Eugen Sabau a un juez en Cataluña. Solicitaba la ayuda para morir, y sus razones parecían ser tan sólidas como las de cualquier otro solicitante de una muerte digna. El juez accedió y la solicitud de Sabau fue tramitada con una celeridad inusual. Se fijó una fecha: el 28 de julio.

Sin embargo, otro juez ha dictado una suspensión temporal y la muerte de Sabau se ha retrasado.

En Cataluña, la eutanasia está lejos de ser poco común. Desde que se legalizó la eutanasia en España en junio del año pasado, 60 de los 172 casos del país han tenido lugar en esta región, más de un tercio, aunque Cataluña tiene solo el 16 por ciento de la población total.

Sin embargo, el caso del Sr. Sabau es excepcional, incluso sin precedentes, porque está a la espera de juicio por intento de asesinato y muchos otros cargos. Si muriera tras recibir la ayuda para morir, no podría ser sometido a juicio por los homicidios por los que está acusado.

El 14 de diciembre del año pasado, Sabau, un rumano de 45 años que trabajaba como guardia de seguridad, se puso una peluca, entró en su lugar de trabajo en Tarragona y disparó a tres de sus compañeros de trabajo. Luego huyó de la escena y se atrincheró en una granja abandonada. En tiroteo con la policía, uno de ellos resultó herido. Finalmente, los francotiradores dejaron fuera de combate a Sabau y le dispararon en la espalda, el brazo y la pierna. Acabó tetraplejico y le amputaron una pierna.

Su solicitud de eutanasia fue aprobada. La jueza dijo que el caso sí presentaba una “colisión de derechos fundamentales”. Pero dictaminó que el derecho de Sabau a una muerte digna debe prevalecer sobre el derecho de las víctimas a la justicia.

La jueza dijo que solo los menores y los pacientes con discapacidad mental que no pueden dar su consentimiento informado no son elegibles para la eutanasia según la ley.

El policía ya había interpuesto un recurso contra la eutanasia del señor Sabau y la jueza lo desestimó. Pero cuando tomó sus vacaciones, otro juez accedió a conceder una suspensión. El caso continúa.

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