El 16 de marzo del 2022, la Cámara de los Lores votó por rechazar las propuestas de Lord Forsyth de un proyecto de ley para legalizar el suicidio asistido por 179 votos contra 145 votos en una votación histórica.
Fuente: CarenotKilling Comunicado de Prensa de All Party Parliamentary Group for Dying Well.
Cámara de los Lores rechaza legalizar el suicidio asistido
La votación marca la duodécima vez que los parlamentarios del Reino Unido no logran aprobar propuestas de leyes relacionadas con el suicidio asistido. Esos fracasos fueron en la Cámara de los Comunes (1997, 2015) Cámara de los Lores (los tres intentos de Lord Joffe entre 2003-2006, 2009, 2014, 2016 y 2020) en Escocia (2010 y 2015) y la votación de hoy.
En respuesta a la votación, los parlamentarios y los grupos de derechos se han unido para emitir declaraciones simultáneas que dan la bienvenida a la medida y piden a los partidarios del suicidio asistido que pongan fin a los intentos de consumir grandes cantidades de tiempo parlamentario después de que la Cámara de los Lores se haya pronunciado tan claramente sobre este tema.
La baronesa Campbell de Surbiton de Not Dead Yet dijo:
“Estamos encantados de que la Cámara de los Lores haya rechazado esta enmienda, que habría introducido el suicidio asistido por la puerta de atrás. Necesitamos un debate reflexivo, detallado y basado en evidencia sobre cualquier cambio a la ley sobre el suicidio asistido, que incluya las preocupaciones de personas discapacitadas que quieren apoyo para vivir, no apoyo para morir”.
Danny Kruger MP, presidente de la APPG para Dying Well, dijo:
“La Cámara de los Lores ahora ha rechazado inequívocamente el último intento de calzar las leyes radicales de suicidio asistido en el libro de estatutos. Dado que los partidarios del suicidio asistido han dicho que la Cámara de los Lores apoya más que los Comunes, esta es una amplia evidencia de que el suicidio asistido no goza de impulso ni apoyo. Se han dedicado incontables horas a debatir estas propuestas y, dada la presión sobre el tiempo parlamentario, este resultado debería ser un indicador de que no se debe volver a dedicar más tiempo a este tema en el futuro”.
Ross Hendry, director ejecutivo de la organización benéfica de política social CARE, comentó:
“Nos alivia que los parlamentarios hayan optado por rechazar esta tarde esta enmienda insólita y solapada. Legalizar el suicidio asistido sería un paso atrás. Ejercería una presión invisible sobre las personas enfermas y vulnerables para que consideren esta ‘opción’, mientras que las llamadas ‘salvaguardias’ o restricciones se ampliarían o eliminarían inevitablemente con el tiempo.”
El Dr. Gordon Macdonald, director general de Care Not Killing, comentó:
“Acogemos con satisfacción este rechazo inequívoco de esta enmienda peligrosa e inconstitucional por parte de la Cámara de los Lores. Los parlamentarios ya habían considerado y no aprobado la legalización del suicidio asistido y la eutanasia en casi una docena de ocasiones desde 1997 por su preocupación por la seguridad pública.
“Lo han hecho porque reconocen los peligros de hacer desaparecer las leyes que protegen a los enfermos terminales y a los discapacitados para que no se sientan como una carga, exactamente como hemos visto en el reducido número de lugares que han cambiado la ley para permitir el suicidio asistido y la eutanasia: países como Bélgica, Holanda, el estado estadounidense de Oregón y Canadá.
“En Oregón, que utiliza los mismos fármacos para matar a los enfermos terminales que se utilizan en el corredor de la muerte, la mayoría de los que ponen fin a su vida citan el miedo a ser una carga como motivo, mientras que los estudios académicos han descubierto que, lejos de reducir los suicidios en la población general, la legalización de lo que se llama eufemísticamente “muerte asistida” puede provocar un aumento.
“Esperamos que el Parlamento centre ahora su atención en los verdaderos problemas a los que se enfrenta nuestro país para garantizar que todo el mundo pueda acceder a la mejor atención médica, independientemente de si es discapacitado o tiene una enfermedad terminal, y en cómo financiarla”.
Catherine Robinson, portavoz de Right to Life, comentó:
“Es un gran alivio que los diputados hayan rechazado la enmienda de Lord Forsyth sobre el suicidio asistido, que era improcedente, innecesaria y desproporcionada. Se trata de un caso sin precedentes y totalmente inapropiado de un diputado que intenta hacerse con el control de la agenda legislativa del Gobierno para su propio interés privado.
“No hay lugar para el suicidio asistido en la atención al final de la vida, y ninguna ley de suicidio asistido podría ser una ley segura. Hay que respetar la posición que mantiene desde hace tiempo el Gobierno de que cualquier cambio en la ley sobre el suicidio asistido es una decisión del Parlamento, y esta enmienda, al obligar al Gobierno a dar un respaldo implícito a una política que no apoya, tenía que ser rechazada.”
El Dr. Mark Pickering, director general de la Christian Medical Fellowship, dijo:
“Estoy muy aliviado de que los Lores hayan rechazado esta enmienda inapropiada. El proyecto de ley de la baronesa Meacher ya ha sido debatido en su totalidad recientemente en los Lores, y era totalmente erróneo que los defensores del suicidio asistido rompieran el protocolo de esta manera secuestrando un proyecto de ley de salud ya complejo. Esto ha restado potencialmente un valioso tiempo de debate a otras cuestiones sanitarias muy importantes que no han recibido suficiente tiempo parlamentario.
“Deberíamos centrar la atención en la mejora de la provisión de cuidados paliativos, que es muy desigual, como ya pretende hacer la enmienda de la baronesa Finlay”.
El Grupo Parlamentario de Todos los Partidos para Morir Bien (All Party Parliamentary Group for Dying Well) promueve el acceso a una atención excelente al final de la vida y se opone a la legalización del suicidio asistido por médicos en el Reino Unido. En los últimos años se han producido grandes avances en la medicina paliativa. Ahora es posible controlar eficazmente el dolor mientras las personas mueren. Creemos que el futuro es el de unos cuidados paliativos de alta calidad y universalmente disponibles para todos, y no el de la necesidad de decidir si se toman o no fármacos letales para acabar con la vida antes de tiempo.
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