Un hospital italiano implanta los embriones de una mujer en el útero de otra por error.

abc.es
17.04.2014
La embarazada quiere quedarse los gemelos tras el parto, aunque no sean suyos, algo a lo que no está dispuesta la madre biológica

El escándalo causado por el intercambio de embriones en el hospital público Sandro Pertini de Roma, con dos gemelos, un niño y una niña, que vendrán al mundo a final del verano, está apasionando a Italia al tratarse de un caso insólito con graves repercusiones bioéticas.

El pasado 4 de diciembre seis mujeres se sometieron a una terapia de fecundación asistida: les fueron extraídos óvulos que fueron fecundados en el laboratorio con el semen de sus respectivos maridos y después se los implantaron. A primeros de marzo, una de las mujeres, embarazada de tres meses con dos gemelos, acudió al hospital Santa Ana de Roma para hacerse una villocentesis, una prueba de diagnóstico prenatal para identificar si hay alguna enfermedad o anomalía cromosómica y como consecuencia alguna patología genética, caso por ejemplo el síndrome de Down.

Fue entonces cuando la señora embarazada se llevó la sorpresa de su vida: en los fetos que crecían en su vientre no había material genético ni de ella ni de su marido. Los gemelos no eran, por tanto, sus hijos biológicos. El matrimonio fue víctima de un error fatal, pues los embriones se intercambiaron y recibieron los de otra pareja. Seguramente a causa de un cambio de probetas que tenían inscritos apellidos similares.

Clima de confusión
A finales de marzo el matrimonio, completamente aturdido y angustiado, se sirvió de un abogado para plantear el caso. Así estalló el escándalo. Con la intervención del Ministerio de Sanidad se nombró una comisión de expertos, presidida por el conocido genetista Giuseppe Novelli, rector de la Universidad Tor Vergata de Roma, y se abrió una investigación.

Las parejas que a inicios de diciembre se sometieron a la fecundación asistida fueron convocadas para realizar un test en la saliva para extraer patrimonio genético y establecer la compatibilidad con los fetos. En todos los afectados la preocupación y el nerviosismo son máximos. Igualmente, en las autoridades sanitarias la inquietud es enorme porque el riesgo es que se cree un clima de confusión y sospechas en muchas parejas sometidas en el pasado a terapia de fecundación asistida. Mañana probablemente se sabrá quiénes son los padres biológicos de los gemelos.

Confrontación entre dos parejas
El problema es que ha surgido un dolorosa confrontación entre parejas. Por una parte, la mujer embarazada de gemelos al serle implantados los embriones equivocados, está absolutamente decidida a seguir adelante y quedárselos después del parto, porque los considera hijos propios. Su abogado, Michele Ambrosini, ha declarado: «Si mi clienta hubiera deseado abortar, ya lo habría hecho».

Por otro lado, otro matrimonio formado por dos empleados romanos está convencido de que los gemelos son sus hijos. Así lo creen porque el apellido de la mujer es similar al de la señora embarazada de los gemelos y se sometió también a fecundación asistida en el mismo día, 4 de diciembre. En consecuencia, esta pareja de empleados (los nombres de todos los afectados se mantienen en secreto) ha presentado denuncia y por medio de su abogado, Pietro Nicotera, ha hecho esta advertencia con gran determinación: «si las pruebas demuestran de forma incontestable que los gemelos nacen de un embrión de mis clientes, éstos harán todo lo posible por tenerlos, porque los consideran hijos suyos».

¿De quién son los hijos?
Un error imperdonable ha creado así un dolor en el dolor, porque la disputa entre dos matrimonios parece ya inevitable y estará destinada a terminar en un tribunal de justicia. El problema está en que «hay un gran vacío legislativo porque no existe jurisprudencia sobre un caso de este tipo», afirma el abogado Nicotera. El profesor de Derecho privado, Gilda Ferrando, subraya que «para la ley italiana la madre es siempre la que da a luz el niño. Y el padre, en cuanto marido de la mujer, se convierte automáticamente en padre del hijo, aunque su patrimonio genético sea diverso».

Mientras, todos los medios y expertos intentan dar respuesta a un sinfín de interrogantes, como hace el diario «Repubblica»: «¿Qué es lo que más cuenta, el enlace afectivo o el biológico? Las leyes, los códigos, la bioética… todo parece envejecido hoy. El escándalo de las probetas ha pulverizado decenios de derecho, de sentencias y de certidumbres. ¿De quién son estos dos gemelos?»

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