La nueva forma de esclavitud de la mujer

Por Agustín Buero Presidente del Foro de la familia Baleares

Diario de Mallorca

29 de enero de 2017
La maternidad subrogada, o la práctica de alquilar vientres de mujeres a favor de terceros, consiste en convertir a los seres humanos en una mercancía a través de un acuerdo económico entre una madre que gesta a un niño para luego venderlo normalmente a una pareja que no puede tener hijos. La maternidad subrogada es la nueva forma de esclavitud de la mujer .

Esta práctica es un retroceso en materia de derechos humanos permitiendo la compraventa del niño que se gesta y admitiendo el alquiler del cuerpo de una mujer. La legalización de los vientres de alquiler supondría un retroceso que permitiría nuevas formas de explotación de las mujeres, especialmente de las que carecen de recursos económicos, y una apertura de un nuevo mercado de compraventa de niños incompatible con una sociedad civilizada, como ha indicado el Parlamento Europeo en la resolución en la que condenó la práctica de subrogación en diciembre de 2015.

Este proceso no deja de ser un eufemismo para dulcificar o idealizar un negocio de compra-venta de bebés mediante alquiler temporal del vientre de una mujer. No puede haber intercambio de dinero entre la mujer gestante y la persona o pareja que acuda a la gestación subrogada porque el ordenamiento jurídico español no permite el ánimo de lucro en cualquier tipo de donación. Tampoco lo permite el convenio sobre los derechos humanos y la biomedicina (1997) suscrito por España.
En los países donde es legal este tema se está produciendo una verdadera explotación de las mujeres más pobres del Tercer mundo por parejas ricas del Primer mundo, así como múltiples casos de tratamiento de los niños gestados a través de esta técnica como si de cosas desechables se tratase: exigencia de aborto de los niños con enfermedades, rechazo de los padres de alquiler ante los hijos con alguna enfermedad, etc..

El deseo de paternidad/maternidad nunca puede violar los derechos que asisten a los menores y a las mujeres.

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