La AECC defiende el cierre de su unidad de paliativos en casa: «Le toca al sistema público»

LA VOZ DE GALICIA – 06/12/2018

Cree que aporta más valor haciendo atención psicológica y que los cuidados médicos corresponden al Sergas

La Asociación Española Contra el Cáncer ha defendido esta mañana en Vigo el cierre de la unidad de cuidados paliativos a domicilio que mantuvo en los últimos 25 años y que dejó de prestar servicio el 31 de octubre. «La AECC no ha abandonado a las personas enfermas al final de la vida», ha defendido la directora de comunicación de la organización, Isabel Martínez Noriega, en una comparecencia en Vigo. La oenegé asegura que mantiene cuatro psicólogas y un trabajador social para atender a los enfermos terminales y que incluso prestan servicio a domicilio, también con la ayuda de voluntarios. Pero han decidido dejar de ofrecer cuidados médicos «porque es necesario que sea el sistema público el que los haga».

En el pasado, la AECC se dedicó incluso a formar médicos en tratamientos contra el cáncer, pero ahora «nos dedicamos a áreas que son expertise [de experiencia] para nosotros», ha explicado la directiva de la asociación. Ese mayor conocimiento, ha dicho, lo tienen en el área psicosocial. «Mantenemos la atención psicosocial y el acompañamiento», lo que incluye la atención telefónica de 24 horas.

Más de 88.000 personas han firmado ya la petición del oncólogo Manuel Caeiro, del Meixoeiro, en la plataforma Change.org para pedir que la unidad no se cierre. Caeiro explicó en una entrevista en La Voz la semana pasada que quiere llegar hasta el final porque la AECC cierra un servicio sin que deje de haber una alternativa.

Según Isabel Martínez Noriega, sí la hay. Asegura que se hizo un cronograma con el Servizo Galego de Saúde para que asumiera los servicios médicos y que tiene constancia de que el Sergas lo ha hecho. La alternativa del organismo sanitario gallego es la hospitalización a domicilio (HADO). Pero este servicio no hace cuidados paliativos, o no solo. En realidad, la unidad de HADO hospitaliza pacientes, aunque estén en sus casas. Esto significa que si no cumplen criterios similares a los de estar ingresado en una planta de un centro sanitario, no los asume. O que les da el alta después de un tiempo. Cuando la unidad de paliativos de la AECC aceptaba a un paciente, lo mantenía hasta su muerte.

La directora de comunicación de la entidad ha explicado que ahora los pacientes son valorados por un oncólogo y que, si cree que requiere cuidados de hospitalización que pueden desarrollarse en su domicilio, se deriva a HADO; si no, no. En otras palabras, habrá menos pacientes que reciban cuidados paliativos en su domicilio que antes. Hasta ahora tenían 120 al año. Porque el Sergas tampoco tiene previsto reforzar HADO ni crear una unidad de paliativos a domicilio.

Lo que sí mantiene la AECC es la atención psicológica. Para acceder a ella, se valora a los pacientes desde oncología y se les ofrece. Si después requieren cuidados médicos, tendrán que hacerse cargo los distintos dispositivos con los que cuenta el Sergas: los centros de salud (que hacen atenciones a domicilio), el 061 para las urgencias, las urgencias hospitalarias, HADO, los ingresos hospitalarios o la unidad de cuidados paliativos ubicada en el Hospital Meixoeiro.

El año pasado, la AECC amplió su atención no médica a Povisa. En total, atendieron a 728 pacientes y 837 familiares, según la presidenta provincial, María José Crespo, que cree que este año aumentará sus servicios.

Isabel Martínez Noriega ha enmarcado el cierre de la unidad de paliativos dentro de un cambio de filosofía dentro de la Asociación Española Contra el Cáncer. Llegó a tener 62 unidades en toda España y ahora le quedan siete. «En otros lugares los cierres no han provocado esta alarma social. Pero no se ajusta a la realidad que hayan quedado abandonados los pacientes al final de la vida», ha defendido.

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