Derrota de la cultura de la muerte en la 47 Cumbre de Población y Desarrollo de la ONU

hazteoir.org
21.01.2014

El documento final niega el aborto como método de planificación familiar; confirma la tutela de los padres en la educación sexual de adolescentes y reconoce a la familia como base de la sociedad. Aunque se advierten carencias y es necesario seguir alerta.

ArgentinosAlerta.org ofrece un amplio análisis de los resultados de la 47 Cumbre de la Comisión de Población y Desarrollo (CPD) de la ONU, que iniciada en Nueva York (EEUU) el pasado día 7, culminaba el sábado 12 de abril. La Comisión reafirma finalmente el soberano derecho de cada país para implementar las recomendaciones emanadas de esa instancia; niega el uso del aborto como método de planificación familiar; confirma la tutela de los padres en la educación sexual y reproductiva de los adolescentes y reconoce a la familia como base de la sociedad, llama a brindarle protección integral.

Derrota de las ideologías abortista y antifamilia

Las posiciones encontradas en temas como aborto, acceso libre de anticonceptivos para niños y adolescentes, educación sexual desde la niñez y la implementación de programas de educación sexual “para una actividad sexual plena y sin riesgos” desde temprana edad, llevaron a que hasta el cuarto día de negociaciones no se alcanzara un compromiso consensuado: tras más de 19 horas de negociación el último día de trabajos, durante la madrugada de este 12 de abril, se alcanzó un documento final que incorporaba las diversas observaciones de los delegados de los 47 Estados Miembros: 47CPD, Assessment of the Status of Implementation of the Programme of Action of the International Conference on Population and Development.

Bastaron 4 horas para que en medio del agotamiento generalizado y diversas reservas, objeciones, congratulaciones, reconocimientos y respaldos, de todo un poco, expuesto por los delegados de al menos una decena más de países, fuera aprobado el documento, que se convirtió en un duro revés para grupos feministas a nivel internacional, que fracasaron en su intento por avanzar en temas polémicos como la ampliación del acceso al aborto.

El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, Janusz Urbanczyk, advirtió que no menos de 80 países registran una tasa de fertilidad que está por debajo del nivel de reemplazo. Este fenómeno “solo puede ser resuelto promoviendo la vida familiar y la fertilidad”, expresó. Urbanczyk manifestó su preocupación por la visión que considera a la fertilidad y el embarazo como una enfermedad que debe ser o bien prevenida o bien controlada por el estado. Frente a esto, resaltó que las prioridades clave para alcanzar un desarrollo humano integral deben abarcar “el acceso a la educación, a las oportunidades económicas, a la estabilidad política, a la salud básica y el apoyo a la familia”.

Las principales recomendaciones y propuestas de la resolución emanada de la 47 CPD son:

Reconocer el derecho al desarrollo como universal e inalienable y que forma parte de los derechos humanos. El desarrollo propicia el disfrute de los derechos humanos (pero) la falta de aquél no puede invocarse para justificar la violación de los derechos humanos internacionalmente.
La salud es una condición previa para el desarrollo económico y social.
La salud sexual y reproductiva son fundamentales para la realización de la justicia social y el logro de compromisos globales, regionales y nacionales para el desarrollo sostenible. La CDP reafirma el soberano derecho de cada país para implementar las recomendaciones del programa de acción u otras propuestas en la resolución.
La resolución (emanada de esta instancia) se aplicará al amparo de la legislación y el plan de desarrollo de cada país, con pleno respeto de los diversos valores religiosos y éticos y los antecedentes culturales de su pueblo y de conformidad con los derechos humanos internacionales universalmente reconocidos.
El texto reconoce los derechos deberes y responsabilidades de los padres y otras personas encargadas legalmente de los adolescentes de impartirle, “en consonancia con la evolución de sus capacidades”, adecuada dirección y orientación sexual y reproductiva.
Los países deben garantizar que los programas y las actitudes de los proveedores de cuidados de salud no restrinjan el acceso de adolescentes a los servicios apropiados y la información que necesitan, incluida la sexual y de transmisión de infecciones.
En casos de abuso sexual los servicios prestados deben salvaguardar el derecho de los adolescentes a la privacidad, confidencialidad, respeto y consentimiento informado, respetando los valores culturales y creencias religiosas y que en este contexto, los países deben, en su caso, eliminar las barreras legales, regulatorias y sociales a información sobre salud reproductiva para adolescentes.
Plantea el acceso de los adolescentes y jóvenes a información completa y veraz, así como a educación sobre salud sexual y reproductiva, incluyendo educación integral basada en la evidencia sobre la sexualidad humana. “Se trata de una real promoción, respeto, protección y cumplimiento de los derechos humanos, especialmente los derechos humanos de las mujeres y las niñas, incluyendo la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos”, puntualiza.

Priorizar atención a la salud materna

Para mejorar la salud materna, la CPD insta a los gobiernos reducir la morbilidad infantil y mortalidad materna y prevenir y atender el tema del VIH / SIDA. Para ello urge a fortalecer los sistemas de salud y garantizar que tenga prioridad el acceso universal a información sobre servicios sexuales y reproductivos. Hace énfasis en que “en ningún caso el aborto debería promoverse como método de planificación familiar, prevención y tratamiento de infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH y otras condiciones de salud reproductiva”.

Violencia contra la mujer, “omnipresente”

Se expresa una “profunda preocupación” sobre la omnipresencia de la violencia basada en género, en particular la violencia contra las mujeres y las niñas y reitera la necesidad de intensificar aún más los esfuerzos para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas y prácticas nocivas, como el matrimonio precoz y forzado y la mutilación genital femenina.

En este sentido reconoce que la violencia contra las mujeres y las niñas son los obstáculos para el logro de su empoderamiento, aunado a la pobreza y la falta de políticas sociales y económicas. La marginación en todos estos procesos sociales puede resultar de su exclusión de los beneficios del desarrollo sostenible y las mantiene en riesgo creciente de violencia.

Familia

Por otro lado, en un párrafo incluido de última hora, en las negociaciones cerradas que tuvieron que sacarse del pleno y llevarse por largos periodos en sedes alternas dentro del propio edificio sede de la ONU, la 47CPD reconoce que la familia es la unidad básica de la sociedad. Como tal, debe fortalecerse, y tiene derecho a recibir una protección integral y apoyo que en diferentes sistemas culturales, políticos y sociales, dice el texto incorporado en momentos en que los delegados presentes daban por hecho que en este rubro no habría novedad alguna.

Otro aspecto incorporado que resultó contrario al impulso de un grupo de naciones, particularmente latinoamericanas es “tomar nota” de los documentos emanados de las Conferencias Regionales sobre población y desarrollo. Admite que aquellos dan directrices específicas para la zona en la que se realice y que adoptó tal resolutivo. Con ello derribó la insistencia de países como Uruguay y Argentina de pretender hacer de estas conferencias regionales documentos que rijan a nivel global, lo cual era rechazado por los países africanos o el grupo árabe.

Jóvenes, veta del desarrollo

Un punto aparte mereció el tema de los jóvenes. Reconoció la 47CPD que la actual generación de adolescentes y jóvenes es la más grande que nunca y en todos los países son un recurso importante para los agentes de desarrollo y clave para el cambio social, el impulso económico y la innovación tecnológica. Por ello exhortó a los gobiernos, organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, según proceda, para apoyar activamente e invertir en aumentar la participación de los jóvenes en las organizaciones dirigidas por jóvenes y orientada a la juventud.

No se establecieron, lamentablemente, políticas para revertir el envejecimiento poblacional, para impulsar la natalidad en países donde la tasa de reposición se ha desplomado y donde existen riesgos severos en materia de pensiones y fortalecimiento de la población en edad productiva.

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