Clínica abortista con vistas a refugio provida: “Desde el 8 de marzo hemos rescatado a tres o cuatro mujeres”

Refugio ProVida

El Refugio ProVida está ubicado frente a la clínica Dator, HazteOír ha alquilado este local que confunde a las embarazadas. El Código Penal castiga a quienes rezan frente a las clínicas con hasta un año de cárcel.

Fuente: ElMundo.es

El Refugio ProVida

El refugio provida, como llaman los activistas antiabortos de HazteOír al local que instalaron el pasado 8 de marzo frente a la clínica Dator, confunde a las mujeres que tienen cita para abortar. Dator es “el abortorio más grande de España” o la primera clínica del país autorizada para la interrupción voluntaria del embarazo, según el bando que la defina, y en frente, en la calle del Pensamiento, 23, hay un establecimiento forrado con la cara de un bebé y tonos rosas y morados al que acuden equivocadamente algunas embarazadas.

“Muchas mujeres con cita en la clínica Dator vienen aquí. No sabemos por qué”, indica Inmaculada Fernández, portavoz de HazteOír, asociación para la que trabaja media jornada. De todas las mujeres que entran en el local, cuentan “tres o cuatro casos de mujeres rescatadas”, es decir, de mujeres que decidieron no abortar. “Le ofrecemos café. Suele estar una voluntaria, embarazada de muy poco, que conversa con ellas. Les pregunta acerca del bebé. Cómo se va a llamar. Si ya saben o no el sexo”.

Entre Dator y lo que llaman refugio no hay comunicación. “No es nuestro cometido confrontar las ideas e intentar convencer a los otros. Está claro que poner este local justo delante de la primera clínica acreditada en este país para la interrupción voluntaria del embarazo no es baladí. También aparcan el vehículo ecográfico frente a la clínica algunos sábados”, asegura Sara Lamas, psicóloga, secretaria de Igualdad en la junta directiva del PSOE de Madrid y portavoz de Dator.

-¿Sabía que algunas pacientes creen que el local forma parte de la clínica?

-Es muy grave. Me parece muy grave que hagan confundir a las mujeres. Es un reconocimiento explícito de lo perniciosos que son para los derechos de las mujeres.

Desde el Jueves Santo, el Código Penal puede castigar a quienes acuden a las puertas de las clínicas a rezar con hasta un año de cárcel. La reforma aprobada por el Senado ha dado vida a esta campaña.

“Surge para refugiar a los provida. Es un sitio en el que poder hablar o rezar con tranquilidad. Suelen ser personas que por su experiencia o vocación se siente llamadas a dar ayuda a estas mujeres“.

Fernández asegura que no reclutan. Sin embargo, la voluntaria Isabel Bellostas explicó a este suplemento desde el interior del local que estando en la iglesia del Valle de los Caídos le ofrecieron acudir al refugio y aceptó.

Los voluntarios se organizan por horas. “Intentamos hacer un cuadrante para no juntarlos a todos. La mañana del sábado suele estar completa. Los miércoles solemos cubrir ocho horas”.

Los días que no hay voluntarios, el local cierra. “Si por la tarde no viene nadie, cerramos sobre las dos o así y abrimos a las 9”. En el interior hay unos paneles explicativos, un powepoint físico por el que se puede seguir las fases del embarazo, fetos de plástico llenan un bol y varias sillas están colocadas frente a un atril. “Damos conferencias y formaciones relacionadas con la vida y el derecho a vivir”.

DENUNCIA E INSULTOS

El local está alquilado por CitizenGo, la asociación internacional que, según su página web, “defiende y promueve de una forma útil y efectiva la vida, la familia y la libertad”. Es la responsable, entre otras campañas, del autobús naranja que recorrió Madrid con el lema Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen.

HazteOír forma parte de ella. Pagan la renta del alquiler con las donaciones, según explica Inmaculada Fernández. “Mandamos un correo electrónico y en cuanto es un tema así, la gente responde muy bien. Estamos recibiendo muchísimas llamadas. El dinero va íntegramente a pagar el refugio. No sé lo que estaremos aquí. Por nosotros de forma indefinida pero a ver si podemos”.

Refugio ProVida

Hace poco recibieron la visita de una inspectora de Sanidad. “Pensamos que la denuncia pudo venir de altas instancias políticas. Cumplimos con todo. Si algún día se puede habilitar como centro de asistencia médica, pediremos los permisos por adelantado”. Y, según cuenta, “feministas y grupos de izquierdas vandalizan el local”.

Por eso, “pusimos cámaras de vigilancia por fuera” y la puerta se abre con un mecanismo automático que bloquea la cerradura. “No han llegado a entrar. Nos hecho pintadas y dicho barbaridades”.

Desde Dator creen que los avances del derecho al aborto van por buen camino si provocan reacciones de este tipo. “Entendemos este local como una provocación más de estos grupos. Es acoso y hostigamiento a las mujeres. Estamos esperando que se instauren zonas de seguridad alrededor de las clínicas. Lo que tenemos aquí al lado es una sede central del acoso. A ver qué recorrido tiene con la nueva reforma de la ley”.

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