El aborto es para muchas mujeres sin recursos, abandonadas o maltratadas, un callejón sin salida ante el que parece irremediablemente abocadas. Sin embargo, hay una luz al final del tunel… Actuall ha acompañado a las embarazadas a dos casas-cuna de Madrid
Mujeres embarazadas y sin recursos económicos que consideran que la única solución es abortar. Mujeres que sufren abandono o malos tratos por quedarse embarazadas y que consideran que su única opción es abortar. Adolescentes embarazadas que por miedo a una reprimenda de sus padres creen que lo mejor es abortar.
¿Qué hacer? Parece un angustioso callejón sin salida. Pero, a pesar de todo, existen soluciones. No de las autoridades precisamente. Sino de las casas-cuna que, de la mano de particulares o de monjas, ofrecen una oportunidad cuando todo parece perdido.
Las casas cuna proporcionan, con enormes sacrificios económicos, un futuro a estas madres. La ayuda no sólo se traduce en dinero, ropa para sus bebés o un hogar para cobijarse, sino también en atención psicológica, sanitaria y a la formación.
Actuall ha estado con embarazadas o mujeres que ya habían dado a luz, dos de estas casas cuna, la Fundación Madrina y la Residencia Mater Amabilis, para conocer de primera mano la labor humana que llevan a cabo en favor de las mujeres embarazadas.
4.000 mujeres atendidas en la Fundación Madrina
La Fundación Madrina, que nació en el año 2000 en Madrid, surge “tras detectarse que en el 95% de los casos, las jóvenes y adolescentes embarazadas en España quedan desatendidas por falta de recursos“.
Así lo explica, el presidente de la Fundación Madrina, Conrado Giménez quien después de dejar “una vida llena de prestigio” como experto en finanzas, se lanzó a esta aventura. Paradójicamente Giménez tiene la sensación de haber recibido más de lo que ha dado. “He perdido la soberbia humana y he aprendido mucho de las madres y de sus hijos“.
La Fundación Madrina ofrece diferentes ayudas a más de 4.000 mujeres embarazadas de más de 78 países. Estas consisten no sólo en proporcionarlas un lugar donde vivir, apoyo económico, servicios sanitarios, sino también cursos de formación y empleo.
Conrado Giménez denuncia que “el 90% de las mujeres embarazadas sufre marginalidad y malos tratos”. De ahí, que la Fundación Madrina luche por proporcionar a las madres y a sus hijos “una vida digna”.
La hermana Josefa acoge a 26 madres y 30 niños y explica que la mayoría de las madres no sobrepasan los 26 años”
Por otra parte, las monjas Esclavas Virgen de la Dolorosa crearon hace más de 40 años la Residencia Mater Amabilis en Pozuelo de Alarcón (Madrid), por la que han pasado desde entonces más de 300 mujeres y sus hijos.
La hermana Josefa, al frente de esta residencia, asegura que el objetivo de esta casa cuna es “dar una segunda oportunidad a las mujeres que tienen que hacer frente a un embarazo sin recursos económicos”. Y con ello, evitar que la única alternativa sea el aborto.
La casa cuna Mater Amabilis acoge a 26 madres y 30 niños y explica que “la mayoría de ellas no sobrepasan los 26 años”. Económicamente es complicado sacar estas casas adelante, pero la religiosa no tira la toalla.
Es plenamente consciente de las dificultades pero insiste en que eso no es lo más importante. “Lo más importante es darles ‘cariñitos’ a estas mujeres que tanto lo necesitan”.