Totalitarismo, integrismo e inseguridad: la dura intervención de un diputado contra la ley LGTB

ReL 20 de septiembre de 2017

Este martes el Congreso de los Diputados admitió a trámite la ley LGTB que presentó Podemos en el mes de mayo en la que el Partido Popular se abstuvo y en la que sólo hubo dos votos en contra, el del exministro Jorge Fernández Díaz y la del diputado de UPN, Iñigo Jesús Alli.

El que también se abstuvo fue el también diputado de UPN, Carlos Salvador, pero que fue de largo el que de manera más contundente criticó la ideología de género y las nefastas consecuencias sociales que tendrá este texto en caso de aprobarse.

Carlos Alvador (UPN) alertó del “totalitarismo” de la ideología de género.

En su intervención, Salvador afirmaba que el proyecto “contiene demasiadas formulaciones que entran en colisión con derechos constitucionales reconocidos y aceptados por todos”.

“Nula referencia a las leyes de la Biología”
Además, hacia en el hemiciclo un recordatorio importante al afirmar que “la nula referencia a las leyes de la Biología, que en esta ley parecen ocultarse intencionadamente, creará más conflictos de los que pretende resolver”.

Del mismo modo, el diputado navarro habló de lo que se esconde tras la ley. “La ideología de género, señorías, es hoy una especie de “religión laica”, con dogmas, sanciones, censura y tribunales. Se quiere imponer como modelo de educación sin respetar el derecho de los padres a educar a nuestros hijos sobre la base de nuestras propias convicciones y principios”, dijo al resto de la Cámara.

Intervención de Carlos Salvador
A continuación, les ofrecemos el discurso íntegro de este diputado que recoge el blog Contando Estrelas:

“Gracias, señora presidenta, señorías:

Sí que vamos a coincidir con los proponentes en la necesidad de legislar contra todo lo que sea injusto, y desde luego nosotros también nos rebelamos contra aquellas actitudes que amparan discriminaciones indeseables y condenables contra cualquiera. Pero sinceramente, poco más. Esta propuesta contiene demasiadas formulaciones que entran en colisión con derechos constitucionales reconocidos y aceptados por todos, que nos generan muchas reservas. Y las apunto esquemáticamente:

1. Los nuevos derechos de unos pocos, entendidos como derechos absolutos en la ley, sin límites, darán lugar a abusos e injusticias.

2. El grado de subjetivismo va a generar una enorme inseguridad jurídica, señorías.

3. La nula referencia a las leyes de la Biología, que en esta ley parecen ocultarse intencionadamente, creará más conflictos de los que pretende resolver.

4. Se elimina el derecho a la presunción de inocencia a los acusados por actos de discriminación. Señorías, un derecho que hoy conservan hasta los terroristas de ISIS. Esto es un disparate.

5. Así, la sobreprotección de algunos colectivos consagra, señorías, ciudadanos de primera categoría y de segunda, y por tanto la ley genera desigualdad.

6. La ideología de género, señorías, es hoy una especie de “religión laica”, con dogmas, sanciones, censura y tribunales. Se quiere imponer como modelo de educación sin respetar el derecho de los padres a educar a nuestros hijos sobre la base de nuestras propias convicciones y principios.

7. Más aún, la sobreprotección de unos pocos también restringe algo fundamental en democracia, que es la libertad de expresión. Probablemente esto sea lo más grave.

Y termino: nos generan desde luego muchas dudas la literatura sobre artículos que hablan de competencias de comunidades autónomas y la modificación de 20 leyes, con una sistemática desde luego muy mejorable.

Y por último: la ley, señorías, lo ha dicho su proponente, beneficiará a un determinado lobby de presión privado. Es SU ley. Y por tanto acoge las aspiraciones legítimas de ese determinado colectivo, pero no la defensa del interés general. Por tanto, esos deseos de integralidad y transversalidad se vuelven, a nuestro juicio, integrismo y totalitarismo. Nosotros no vamos a hurtar el debate, no vamos a votar a favor, pero desde luego presentaremos todo tipo de iniciativas para eliminar los excesos que contiene la ley, buscar una legislación más centrada y más respetuosa, y desde luego para defender el derecho a la educación, la igualdad, la libertad de expresión, la presunción de inocencia y las competencias de las comunidades autónomas.

Nada más, muchas gracias.”

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