Webs para bodas homosexuales: El Supremo de EE.UU. respalda a la diseñadora que rechazó hacer este encargo

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La Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó este viernes que un empresario puede denegar servicios a personas homosexuales alegando creencias religiosas, y dijo que en ese ámbito la libertad de expresión permite sortear las leyes diseñadas para prevenir la discriminación por raza, género y orientación sexual.

Fuente: ABC.es  Autor: DAVID ALANDETE

Diseñadora gráfica rechazó hacer webs para bodas homosexuales

El caso es el de una diseñadora gráfica cristiana que crea sitios web de bodas y quiere rechazar encargos de parejas del mismo sexo. El tribunal falló seis a tres a favor de Lorie Smith, a pesar de una ley de Colorado que prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual, raza, género y otras características.

Smith había argumentado que la ley viola su derecho a la libre expresión. Sus abogados habían alegado que un fallo en su contra obligaría a los artistas —pintores, fotógrafos, escritores, músicos— a realizar trabajos que están en contra de sus creencias.

La mayoría conservadora de la corte le ha dado la razón. El juez Neil Gorsuch escribió en el fallo que “las personas son libres de pensar y hablar como deseen, no como el gobierno exige”. Para el Supremo, la libertad de pensamiento y expresión es primordial: “la oportunidad de pensar por nosotros mismos y expresar esos pensamientos libremente es una de nuestras libertades más apreciadas y parte de lo que mantiene la república fuerte”.

Los jueces progresistas del tribunal escribieron en su disenso que el fallo marca a los gays y lesbianas con un estatus de segunda clase y que abre la puerta a otras formas de discriminación. Los oponentes de Smith advirtieron de que una victoria de esta diseñadora web permitiría a un amplio abanico de empresas discriminar a personas, negándose a servir a negros, judíos, musulmanes, parejas interraciales e incluso a inmigrantes.

Para esta minoría este no es un asunto de libertad de expresión, sino de igualdad social. La jueza Sonia Sotomayor escribió en el voto particular: «Por primera vez en su historia, este tribunal concede a un negocio abierto al público un derecho constitucional a negarse a servir a miembros de una clase protegida”.

Doctrina conservadora

Esta nueva corte, reforzada en su doctrina conservadora por los tres magistrados elegidos por Donald Trump, ha fallado recientemente a favor de grupos o individuos que piden protección por sus creencias religiosas. El año pasado, por ejemplo, el tribunal apoyó a un entrenador de fútbol americano que rezaba en el estadio de su escuela secundaria pública después de los partidos.

El fallo del año pasado sobre el aborto ya preocupó a los grupos LGBT, sobre todo porque al desmontar la doctrina jurídica que permitía interrumpir embarazos hasta la viabilidad del feto, los jueces conservadores advirtieron de que el matrimonio gay se enfrentaba a una suerte similar porque fue aprobado por la vía jurídica, y no con una ley que había emanado del Capitolio.

Tras aquel fallo, un grupo de diputados y senadores de ambos partidos aprobaron una ley que regula y legaliza el matrimonio gay.

Hace cinco años, el caso de un panadero que se negó a vender un pastel para una boda gay también llegó al Supremo. El tribunal falló a favor del panadero, Jack Phillips, alegando que había habido una hostilidad impermisible hacia sus puntos de vista religiosos en la consideración de su caso. Ambos casos los representó la abogada Kristen Waggoner, de un grupo llamado Alianza en Defensa de la Libertad.

El viernes, Waggoner dijo que la Corte Suprema tenía razón al reafirmar que el gobierno no puede obligar a las personas a decir cosas en las que no creen. “El desacuerdo no es discriminación, y el gobierno no puede identificar erróneamente una opinión como discriminación para censurarla», afirmó la abogada en un comunicado.

La demandante de este último caso, Smith, es dueña de un negocio de diseño web en Colorado llamado 303 Creative, y la verdad es que de momento no ofrece páginas para bodas. Sí ha dicho que quiere hacerlo, pero que su fe cristiana le impediría ofrecer sitios web que celebren matrimonios del mismo sexo.

Colorado, como la mayoría de estados en EE.UU., tiene una ley que prohíbe a las empresas abiertas al público discriminar a los clientes. El estado había dicho que si Smith ofrece sitios web de bodas al público, debe proporcionarlos a todos los clientes, independientemente de su orientación sexual. Las empresas que violen la ley pueden ser multadas.

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