Manuel Martínez-Sellés: “La nueva ley de eutanasia obliga a los médicos a matar a los pacientes”

Foto: JAVIER BARBANCHO
Foto: JAVIER BARBANCHO

El Mundo, 11 de enero 2021.

Ana del Barrio.

El nuevo presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Manuel Martínez-Sellés, critica duramente la nueva ley de eutanasia en un país donde los cuidados paliativos están todavía muy poco desarrollados.

El Congreso ha aprobado la ley de eutanasia, ¿por qué se opone?
Esta nueva ley nos va a convertir en la excepción de Europa, donde ahora mismo la eutanasia sólo está legalizada en el Benelux. Eso ya debería ser un motivo de reflexión. En la mayoría de países de nuestro entorno se considera ilegal matar a un paciente. La eutanasia va contra el juramento hipocrático y el código deontológico de los médicos. Además, la Asociación Médica Mundial la ha condenado de forma clara y explícita.
¿Por qué la considera tan negativa?
Destruye la relación de confianza médico-paciente. Hoy en día, cuando un paciente va a un hospital tiene la certeza de que lo que le van a hacer es algo bueno para él. Con esta nueva ley, vamos a perder esta relación.
Bueno, el médico no va a hacer nada que no le haya pedido el paciente.
Ya veremos. En Holanda, lo están haciendo. Hay pacientes que no están en sus plenas facultades. Las enfermedades avanzadas deterioran la capacidad cognitiva. Cuando se apruebe la ley, puede haber la incertidumbre de si es el hijo el que quiere la herencia. Espero que alguien lea esta entrevista dentro de 10 años. Ojalá me equivoque, pero se estará aplicando la eutanasia a pacientes que no la han solicitado.
¿Qué está pasando en Holanda?
La eutanasia sólo está legalizada en el Benelux, Canadá y Colombia. En Holanda, la eutanasia se empezó a utilizar en unos supuestos muy concretos, pero a medida que ha pasado el tiempo se produce “la pendiente deslizante” y esos supuestos se han ido cayendo. Hoy en día, en Holanda, están aplicando la eutanasia a ancianos con demencia, a enfermos mentales y a niños con discapacidad, es decir, pacientes que por su propia condición clínica no tienen la capacidad de solicitarla.
El marido de María José Carrasco, el único procesado por eutanasia, contaba el otro día en El MUNDO que su mujer se tiraba seis horas seguidas gritando de dolor.
Eso es totalmente inhumano y significa que esta mujer no tenía unos cuidados paliativos adecuados. Con los avances que hay en medicina, no debería darse esa situación en ningún caso. De hecho, existe un recurso extremo que nosotros aplicamos en el día a día, que es la sedación paliativa.
¿Cuándo se administra?
Si yo tengo un paciente que tiene mucho dolor o no tengo capacidad de controlar los síntomas, puedo sedar al paciente, aún a riesgo de que pierda el conocimiento. Eso no tiene ningún problema desde un punto de vista ético. Si el paciente se muere, eso no es eutanasia, sino un efecto secundario no deseado.
El marido de Carrasco contaba que le daban grandes cantidades de medicinas, pero no eran capaces de calmarla el dolor.
Insisto en que podían haberle hecho una sedación paliativa.
Que habría acabado en la muerte.
O no. No tiene por qué ser irreversible.
Pero ella quería morirse.
Esa paciente solicita que no quiere estar en esa situación y habrá que darle un tratamiento para evitar que esté en esa situación. ¿Qué es lo que hacemos cuando alguien se va a suicidar? Nos movilizamos como sociedad para que no lo haga. Entendemos que esa persona tiene una situación en ese momento que le está inclinando a hacer algo que no es bueno para ella. Sorprende que ahora no se quiera evitar, sino que se facilite y que se quiera obligar a los médicos, que estamos entrenados para lo contrario, a matar a nuestros pacientes.
¿La ley no puede dar un impulso a los cuidados paliativos?
Todo lo contrario. Lo que se ha visto en los países donde se ha legalizado la eutanasia es una merma de los cuidados paliativos. ¿Qué interés puede tener para desarrollar unos buenos cuidados paliativos o investigar enfermedades como el alzheimer si vas a matar a los pacientes que tienen esas enfermedades? La eutanasia frena el progreso de la medicina y de los cuidados paliativos. En este país, los cuidados paliativos están muy poco desarrollados. Se recomiendan dos servicios por cada 100.000 habitantes y nosotros tenemos 0,6, o sea, que no llegamos ni a la mitad.
¿Qué consecuencias tiene este escaso desarrollo de los cuidados paliativos?
Que tenemos muchos pacientes que están sufriendo en los últimos meses de su vida y no se les está dando el tratamiento adecuado. ¿Qué alternativa se les va a ofrecer ahora? No se les va a dar unos buenos cuidados paliativos, sino que la alternativa es matarles. Por eso digo que va a ser un gran recorte sanitario en un país que será el más envejecido del mundo en menos de 20 años.
Digamos entonces que la ley ha tenido un amplio apoyo parlamentario, pero a los médicos les deja un marrón importante.
Al 100%. Les obliga a matar a los pacientes porque el texto es de obligado cumplimiento. No tienen por qué obligar a los médicos a hacer algo que va contra su profesión. Esta ley se ha aprobado de manera apresurada en un momento de pandemia cuando la sociedad no se puede manifestar, sin consultar con los médicos y contra el dictamen del comité de bioética.
¿Qué va a pasar con los médicos que se nieguen a practicar la eutanasia?
Haremos objeción de conciencia, pero habrá que ver qué consecuencias tiene. En la Comunidad de Madrid, hay mucha inestabilidad laboral y los médicos están firmando contratos cada 6 meses. Me da mucho miedo que esos datos lleguen a la Administración y que puedan tener repercusiones a la hora de ascender o de renovar los contratos.
¿Cómo se va a proteger a los médicos que no quieran practicar la eutanasia?
La eutanasia va contra la ética médica, con lo cual, habrá que ver qué es lo que se hace con los médicos que maten a sus pacientes, que estarán haciendo algo legal, pero no ético. La Asociación Médica Mundial tiene una declaración de hace un año en la que se condena de forma clara tanto la eutanasia, como el suicido asistido.
¿Qué otros problemas presenta el texto legal?
La ley también pone algo incomprensible que es que, desde el punto de vista legal, se va a considerar que es una muerte natural, algo que, por definición, no es una muerte natural. La ley nos obliga a mentir. Me parece muy grave que legalmente se considere la eutanasia como muerte natural. ¿Cómo puede ser que la ley oculte que se estén matando a pacientes? Imagínate que hay dos hermanos, uno que vive en Madrid y otro en Barcelona, y uno le dice a otro que su madre ha muerto de manera natural, cuando se le ha practicado la eutanasia.
¿Se ha consultado a los médicos durante el proceso de elaboración de la ley?
No ha habido ningún debate ni diálogo con los médicos.
¿Qué dice a este respecto el código deontológico de los médicos?
Pone de forma explícita que no mataremos a nuestros pacientes, aunque nos lo pidan. Esta ley nos obliga a violar nuestro código deontólogico.
¿Cómo valora la situación actual de la epidemia del coronavirus?
Estoy muy preocupado. Empezamos a ver ahora el efecto de las Navidades. Estamos viendo un aumento muy preocupante en ingresos hospitalarios y en UCI. Me da pena porque, en general, la población ha sido responsable, salvo un pequeño porcentaje. Pero si es un 10%, en Madrid, es mucha gente.
Las enfermeras afirman que a este ritmo van a estar cinco años vacunando.
Es la verdad. Sólo hay que echar las cuentas. O cambiamos totalmente la forma de organizar la vacunación o vamos a tardar muchísimo tiempo. En el Reino Unido, ya llevan más de un millón de personas vacunadas.
¿Qué está fallando?
Echo de menos que haya un programa específico. A lo mejor hay que vacunar fuera del horario laboral y los fines de semana. Cuesta entender que tengamos las vacunas y no se esté vacunando a la población.
¿Hay medios suficientes para emprender una campaña de vacunación masiva?
Si no los hay, habrá que buscarlos. Nos va la vida en ello Si damos prioridad a la vacunación sobre otras intervenciones, seguro que hay medios suficientes.
Según los últimos datos, sólo se ha puesto el 28% de las vacunas recibidas.
A mí esto me parece un escándalo. Que el factor limitante sea el sistema sanitario.
Su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Sánchez, era muy crítico con la gestión sanitaria del Gobierno de Madrid y opinaba que la situación de los médicos en los centros de salud era dantesca.
Yo soy crítico con todas las administraciones. Es cierto que ya antes de la pandemia había una situación de déficit de medios en la atención primaria. Un médico de familia en este momento tiene que atender en consulta presencial, telefónica, hacer labores de rastreo, asistir en los domicilios… Hay una multitarea que es insostenible en atención primaria, una pieza clave en el sistema de salud.
¿Qué era más urgente: dotar de medios a la atención primaria o construir el hospital de emergencias Isabel Zendal?
Es una buena pregunta. A mí me cuesta hablar contra un nuevo hospital público en la Comunidad de Madrid. Que se abra un nuevo hospital que pueda permitir una descarga de los otros hospitales me parece, en principio, una buena noticia. Ahora no hay desbordamiento, aunque creemos que esta tercera ola va a ser muy fuerte. Pero enfocar los recursos sanitarios en los pacientes con Covid tiene una repercusión en otras patologías.
¿Cuáles?
Por ejemplo, la mortalidad de los pacientes con infarto se ha duplicado porque hay retrasos en la realización de pruebas. El Isabel Zendal también puede servir para muchos pacientes que están pendientes de endoscopias y pruebas de imagen y no tienen coronavirus. La lista de espera para realizarse algunas pruebas empieza a ser muy preocupante.

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