REL 16 febrero 2017
Los obispos estadounidenses, concienciados con el grave problema al que se enfrentan los médicos provida cada día, han pedido al Congreso más protección por parte de las leyes federales para los doctores que quieren acogerse a la objeción de conciencia frente al aborto. La Conferencia Episcopal de EEUU ha apuntado que “aunque existen leyes que protegen a los objetores de conciencia, estas no se llevan a la práctica”.
En su opinión, el proyecto “Ley de Protección de la Conciencia”, presentado por la republicana Diane Black en enero de este año, es esencial para proteger los derechos fundamentales de los médicos y asegurarse de que “no son forzados por el gobierno a destruir las vidas de niños no nacidos”.
Protegiendo a los médicos y a los bebés
El cardenal y arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, jefe del comité de actividades pro-vida de los obispos norteamericanos, y el arzobispo William Lori, jefe del comité de libertad religiosa, enviaron esta proposición al congreso receintemente. En ella incidían en el hecho de que esta ley beneficiará a una “gran mayoría” de ginecólogos que no quieren realizar abortos.
En la carta expresaban también su preocupación por el “especial riesgo” que sufren los médicos ante las grandes presiones que sufren para realizar abortos. Contra estas amenazas, los obispos recordaban la ética médica tradicional como el juramento hipocrático, que, según sus palabras, define a la medicina como “una vocación ética dedicada a proteger la vida y el bienestar de los pacientes”.
Lankford opina que esta ley “permitirá a los doctores defender sus creencias religiosas y morales sin miedo a la discriminación”. Tanto el senador como los obispos han afirmado que obligar a los doctores a realizar ab