La “cultura de la muerte” (Artículo de Jorge Fernández Díaz)

Llamar al paciente por su nombre

(Ref larazon.es)

Ya conocemos la prioridad del Gobierno del Frente Popular: la portavoz socialista ha anunciado el registro en el Congreso de la proposición de ley para aprobar la eutanasia con cargo a la SS en centros sanitarios públicos, privados, e incluso a domicilio: Hay que facilitar la reducción del gasto en pensiones y asistencia sanitaria a enfermos crónicos y a mayores. Para justificarla, esgrimen encuestas favorables a su regulación, llegando incluso a invocar el derecho a la vida, lo que demuestra el nivel de hipocresía que subyace en este debate. Ante la gravedad de sus consecuencias, es necesario hablar alto y claro sobre esta cuestión.

Debemos colocarnos en el lugar de estas personas vulnerables, con enfermedades crónicas, incurables, sometidas a la coacción moral de aceptar la inyección letal para «dejar de sufrir» y no ser una carga para sus familias, –cuando les atienden–, sin apenas ayudas públicas. Por no hablar de herencias y otras cuestiones relacionadas con esas dramáticas situaciones. Les invito a ir a Holanda a practicar la eutanasia, donde los ancianos tratan de evitar sus ingresos hospitalarios para que no les provoquen la muerte. Estamos en una sociedad decadente, egoísta e insolidaria que descarta al ser humano cuando su vida no es aparentemente «útil». S. Juan Pablo II la denominó la «cultura de la muerte», pues también promueve el aborto, el divorcio exprés y las uniones del mismo sexo incapaces de procrear. Ahora parece decidida a morir eutanasiada.

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