Acabo de ver en la televisión las imágenes de la Convención del PP de este fin de semana; he visto un claro intento de imagen del PP por recuperar las esencias tradicionales del partido, su historia y sus causas, para reconectar con -y movilizar a- su electorado clásico. Pero he echado en falta la presencia del niño no nacido. Esta Convención ha escenificado –por omisión- el abandono por parte del PP de su histórico compromiso con la defensa de la vida del más indefenso de todos: el que aún no ha nacido. He visto imágenes y oído discursos de personas a las que conozco, de personas que en años pasados se opusieron al aborto, que votaron contra el aborto, que firmaron recursos de inconstitucionalidad contra las leyes permisivas del aborto, que han dicho en público y en privado –también a mí- que para ellos la defensa de la vida era esencial, que se han manifestado en las calles con la buena gente provida contra el aborto muchas veces. Pero este fin de semana no se han acordado de esos niños que no llegan a nacer. ¿Ya no les importan? Seguir leyendo
Francia: Prohibir signos religiosos en la escuela contradice el principio de laicidad
En Francia, durante la presidencia de Jacques Chirac se promulgó una ley que excluía la presencia de signos ostentosos de las creencias religiosas en los espacios públicos,