(Ref medicoacuadros.wordpress.com)
13.638 médicos se presentaron ayer a realizar el examen MIR y competir por sus plazas.
185 preguntas de respuesta múltiple deciden el futuro de los nuevos profesionales.
Entre esas 185 ayer hubo dos preguntas de Ética Médica, una sobre confidencialidad y otra sobre eutanasia. La ley de eutanasia lleva solo días aprobada. Comentan los candidatos en RRSS que hubo sorpresa porque en las academias les dijeron que no se preocuparan, que nunca entran preguntas de leyes que tiene solo días. Pero curiosamente ahí estaba la pregunta sentada entre las otras, esperando ser leída. Así se planteó:
41- En un paciente terminal la omisión o la interrupción de tratamientos médicos vitales, para permitir a la persona que fallezca (interrupción de los tratamientos que permiten conservar la vida) se denomina:
- Eutanasia activa voluntaria.
- Eutanasia activa involuntaria.
- Eutanasia pasiva.
- Suicidio asistido por un médico.
Ninguna de las respuestas es válida. En un “paciente terminal” la omisión o interrupción de tratamientos médicos vitales para permitir a la persona que fallezca no se denomina eutanasia activa voluntaria, ni eutanasia activa involuntaria, ni eutanasia pasiva ni suicidio asistido por un médico. La omisión o interrupción de tratamientos médicos a una persona que se está muriendo se denomina adecuación del esfuerzo terapéutico.
El término “paciente terminal” se evita hace años a favor de “paciente en situación terminal” y define al paciente con enfermedad incurable avanzada en el que se prevé que ocurra la muerte a corto plazo (en días o semanas). En este tipo de pacientes, continuar con tratamientos activos se denomina “obstinación terapéutica” (antes ensañamiento terapéutico pero este término está también en desuso).
La adecuación del esfuerzo terapéutico en un paciente en situación terminal no es eutanasia ni es suicidio asistido, son cuidados paliativos, constituyen buena práctica médica al final de la vida y proporcionan una muerte digna.
La introducción de esta pregunta en el examen MIR ilustra el caos conceptual reinante. Esta pregunta representa bien la impresión que parece tener una gran parte de la sociedad de que se muere con frecuencia en medio de una obstinación terapéutica (ensañamiento) y la única forma de evitarlo es la eutanasia. No es que la sociedad haya reclamado una ley de eutanasia sin tener claro qué es eutanasia y qué es simplemente buena práctica médica habitual sino que esta ignorancia abarca también a los profesionales. Esto es mucho más preocupante.
Es también sorprendente que se utilicen los términos “eutanasia pasiva” y “eutanasia activa” cuando son términos en desuso desde hace años según un documento de consenso sobre terminología de Atención al final de la Vida por la única entidad competente que existe para hacerlo, el grupo de trabajo SECPAL-OMC (Grupo de trabajo “Atención médica al final de la vida”. Organización Médica Colegial (OMC) y Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL). Este documento se publicó inicialmente en 2009 y ha sido actualizado varias veces. Es un documento de referencia.
Es difícil saber si estamos ante una navaja de Hanlon, “no atribuyas maldad a lo que puede ser estupidez”, pero es difícil ignorar el hecho de que ayer casi 14.000 médicos se sentaron ante un examen que constituye el comienzo de su vida profesional en el que se les indicaba que adecuar el esfuerzo terapéutico ante un paciente que se muere es una forma de eutanasia a solo días de aprobada la ley.
“Las palabras y el lenguaje no son meros envoltorios para
el que habla o escribe, sino potentes instrumentos para
acceder a la realidad de lo que son y lo que no son las
cosas.”