El Colegio de Médicos de Málaga, sobre la eutanasia

DIOCESIS DE MALAGA – 05/06/2018

El Colegio Oficial de Médicos de Málaga -a través de su Comisión de Deontología- expresa en una declaración oficial su compromiso con la vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de su salud, ante la admisión a trámite de la propuesta de ley sobre la eutanasia y el suicidio asistido. Asimismo, denuncia la desigualdad en la legislación autonómica sobre la atención al final de la vida.

Foto de archivo

Texto íntegro de la declaración:

“El médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente” (Art.36.3).

Recientemente el Congreso de los Diputados ha admitido a trámite una propuesta de Ley para iniciar el debate político sobre la posible despenalización de la eutanasia y el suicidio asistido. El Colegio Oficial de Médicos de Málaga -a través de su Comisión de Deontología- quiere trasladar a la opinión pública que la profesión médica está al servicio del ser humano y de la sociedad asumiendo como deberes primordiales el respeto a la vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de su salud.

La Comisión de Deontología del Colegio Oficial de Médicos de Málaga quiere expresar a través de esta declaración su compromiso con el Código de Deontología y Ética Médica y unirse a la declaración del Consejo General de Colegios médicos de España para recordar algunos principios recogidos en nuestro Código Deontológico actualmente vigentes en relación con este tema:

– Artículo 5.1: “La profesión médica está al servicio del ser humano y de la sociedad. Respetar la vida humana, la dignidad de la persona y el cuidado de la salud del individuo y de la comunidad son los deberes primordiales del médico”.

– Artículo 36

1. El médico tiene el deber de intentar la curación o mejoría del paciente siempre que sea posible. Cuando ya no lo sea, permanece la obligación de aplicar las medidas adecuadas para conseguir su bienestar, aun cuando de ello pueda derivarse un acortamiento de la vida.

2. El médico no deberá emprender o continuar acciones diagnósticas o terapéuticas sin esperanza de beneficios para el enfermo, inútiles u obstinadas. Ha de tener en cuenta la voluntad explícita del paciente a rechazar dicho tratamiento para prolongar su vida. Cuando su estado no le permita tomar decisiones, tendrá en consideración y valorará las indicaciones anteriormente hechas y la opinión de las personas vinculadas responsables.

3. El médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de éste.

4. El médico está obligado a atender las peticiones del paciente reflejadas en el documento de voluntades anticipadas, a no ser que vayan contra la buena práctica médica.

5. La sedación en la agonía es científica y éticamente correcta sólo cuando existen síntomas refractarios a los recursos terapéuticos disponibles y se dispone del consentimiento del paciente implícito, explícito o delegado.

En la misma línea del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, denunciamos las desigualdades en la legislación autonómica sobre la atención al final de la vida demandando el aseguramiento de la protección de la dignidad de las personas mediante una Ley Orgánica que tenga en cuenta que la principal lealtad del médico es la que debe a su paciente y la salud de éste por encima de cualquier otra conveniencia.

 

Dr. Joaquín Fernández-Crehuet Navajas

Presidente de la Comisión de Deontología

Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Málaga

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