Cuatro años de cárcel para el ex jefe de Medicina Interna del hospital de Burgos por el ‘caso de las sedaciones’

La magistrada del Juzgado de lo Penal número 2 de Burgos lo condena a indemnizar a los hijos de una de las víctimas con 106.000 euros y a los sobrinos de otro con 15.000

Juan Antonio Huidobro, en una sesión del juicio. Israel L.Murillo El Correo de Burgos

EL MUNDO – 08/05/2019

El doctor Juan Antonio Huidobro, ex jefe de Medicina Interna del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), ha sido condenado a un total de cuatro años y cinco meses de prisión por las sedaciones que realizó en septiembre de 2014 y en enero de 2015 a dos pacientes. En concreto, el juzgado de lo penal número 2 de Burgos lo condena a cuatro años de prisión por “un delito de homicidio cometido por imprudencia profesional grave sobre la persona de M. C.” y a cinco meses por “un delito de lesiones cometidas por imprudencia profesional grave sobre la persona de I.

En este último caso se trataba de un hombre de 95 años. Según los hechos probados que recoge la sentencia, éste ingresó en el hospital por urgencias el 30 de diciembre de 2014 y se le diagnosticó una neumonía. Ese mismo día fue trasladado a la planta de medicina interna donde se le “pautó un tratamiento antibiótico para la neumonía” . El 2 de enero de 2015, el doctor Huidobro lo examinó, determinó que el paciente estaba “en situación crítica” e inició la sedación paliativa.

La sentencia, conocida este miércoles, recoge también que Huidobro no le realizó al paciente “ninguna prueba o análisis con la finalidad de analizar la efectividad del tratamiento que se le había pautado para la neumonía”. Horas después de iniciarse la sedación, a petición de la familia, otro médico que se encontraba de guardia revirtió el proceso. Tres días después, el anciano presentó mejoría falleciendo un mes después, el 16 de febrero, por un infarto de miocardio.

El segundo de los casos, por el que Huidobro ha sido condenado a cuatro años de prisión, es el de una mujer de 77 años a quien el 22 de septiembre de 2014 se le diagnosticó en urgencias “pancreatitis e infección grave del tracto urinario”. El día siguiente, 23, ya en la planta de Medicina Interna, Huidobro la examinó “y comunicó a sus familiares que se encontraba muy grave, con infección generalizada de la sangre, que no tenía tratamiento, que iba a sufrir mucho y que la única opción era sedarla. Así acordó instaurar sedación paliativa por síntoma refractario…”. La mujer falleció la mañana del 25 de septiembre de 2014.

Durante el juicio del conocido como “caso de las sedaciones” y celebrado durante los meses de noviembre y diciembre de 2018, Huidobro declaró que realizó las sedaciones para “evitar su sufrimiento”, que “actuó bien” y que en ambos casos contó con el consentimiento de los familiares. “El paciente tiene que morir con dignidad”, sostuvo.

La sentencia, que se puede recurrir ante la Audiencia Provincial de Burgos, considera probado que en ninguno de los casos existió consentimiento informado. La magistrada lo condena además a indemnizar a los hijos de la mujer con 106.000 euros y a los sobrinos del anciano con 15.000 y lo inhabilita para ejercer la medicina durante cinco años.

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