Berta Soler, a la UE: «Si están viendo este vídeo es que me han detenido o me han cortado internet»

(Ref abc.es)

«Normalmente Berta Soler se hubiera conectado hoy, pero desgraciadamente no ha sido posible», explicaba este viernes Tilly Metz, presidenta de la Delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con los países de América Central (DCAM). Lo hacía durante una reunión extraordinaria sobre la Implementación del Acuerdo de Diálogo Político de Cooperación entre la Unión Europea y Cuba. Un encuentro en el que se habló de los avances económicos, la apertura de mercados, de la transición ecológica en la isla … También se abordó el tema de los Derechos Humanos, pero sobre todo se habló de la violación de estos, como quedó patente la reunión telemática de este viernes.

El motivo de la imposibilidad de la conexión en directo la explicaba la propia Soler, líder de las Damas de Blanco, premio Sajárov 2005 que otorga el PE, a través de una grabación: «Si ustedes están viendo este vídeo es porque he sido detenida o bien porque me han cortado el acceso a internet para no permitirme participar en ese evento», explicó la activista, que el día anterior, el jueves, había sido retenida durante varias horas, al igual que su marido, el también disidente y expreso político, Ángel Moya.

Silenciar las críticas

En previsión a los problemas de acceso a la reunión en Bruselas tanto ella como otros activistas de la sociedad civil cubana, críticos con el régimen, prepararon sus exposiciones de forma adelantada. Así lo hicieron además de Soler, el líder del Movimiento San Isidro (MSI), Luis Manuel Otero Alcántara; y el opositor, expreso de conciencia y coordinador de la plataforma Unpacu, José Daniel Ferrer. Los dos con un largo historial de detenciones por ejercer la libertad de expresión, de pensamiento y de creación. Junto a ellos, también denunció la violación del derecho de expresión y de libertad de información Reinaldo Escobar, del medio cubano 14ymedio. Y también lo hizo a través de una grabación (horas después, su esposa Yoani Sánchez denunciaba en las redes que el periodista estaba ilocalizable, y después se supo que había sido detenido).

Todos ellos, víctimas de la la violación de DDHH en Cuba, aprovecharon sus intervenciones para denunciar la represión que ejerce el Gobierno cubano contra la disidencia, una represión que según las cifras recogidas por ONGs, y avaladas por la ONU, entre otros organismos internacionales, ha aumentado en los últimos años, a pesar de la firma del Acuerdo de Diálogo entre la UE y Cuba, en 2016. Estas acciones del Gobierno cubano contra la población violan de manera directa una de las cláusulas del acuerdo, el respeto de los DDHH en la isla, y es motivo suficiente para suspenderlo, como algunos eurodiputados han reclamado en varias ocasiones.

Adoctrinamiento y control

La líder de las Damas de Blanco expuso en su grabación todo el abanico de violaciones de derechos fundamentales que sufren los cubanos en la isla: «En Cuba sufrimos una constante represión, todos los ciudadanos en distintos niveles», denunció Berta Soler, que se refirió al «adoctrinamiento y control» que desde el colegio sufren los cubanos, «donde se imponen los criterios ideológicos desde que somos niños». Quien no los respete está condenado a una «persecución y aislamiento asfixiante». A esto se suman los medios de comunicación controlados por el Estado, que llevan a cabo un bombardeo mediático que se utiliza para «linchar» a los defensores de los derechos humanos, y, otras veces, «para cambiar la percepción del cubano sobre cualquier aspecto del país». Así como la existencia «de CDR en cada cuadra», o la Federación de Mujeres Cubanas, «diseñadas para controlar nuestro comportamiento. Todos tenemos una ficha de comportamiento ideológico».

Estos son solo algunos de los instrumentos que utiliza el régimen para ejercer la represión, a la que se añaden las detenciones arbitrarias, las desapariciones forzosas, los actos de repudio, la imposibilidad de salir del país (conocidos como «regulados»), las deportaciones en el interior de la isla, los allanamientos de viviendas y el decomiso de pertenencias, el acoso contra los familiares de quienes disidentes… Una represión impuesta desde la propia Constitución cubana, reformada y aprobada en 2019, «que impone una ideología única y un sistema irrevocable». Se refirió a los 134 presos políticos (34 de ellos defendidos por la ONU y AI) que hay actualmente en la isla y a las más de 11.000 condenas pre-delictivas. «Cada mes, cuatro nuevos presos políticos entran en prisión. Desde 2015, más de 250 presos de conciencia han estado en prisión», continuó detallando Soler durante su intervención. «Lo que hay en Cuba es una pirámide represiva, infernal, que convierte al cubano en un ser privado de sus derechos humanos más básicos».

Soler también se refirió al acoso que sufren las Damas de Blanco, dos de la cuales están actualmente en prisión.

Reconocer como interlocutor a la Sociedad civil

En otro vídeo, el líder del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara, denunció que en el momento de realizar dicha grabación, tanto él como otros miembros del MSI estaban «sitiados» en sus casas. El artista, que en los últimos años ha estado en «más de 40 ocasiones en prisión» por el simple hecho «de ejercer la libertad de expresión y mi libertad artística», explicó que dicha plataforma integra a artistas, periodistas y activistas «unidos en la lucha por la libertad de expresión, creación y difusión del arte y la cultura en Cuba, empoderando a la sociedad civil». Y que su exigencia, básicamente, es «la libertad y el reconocimiento de toda la sociedad civil, que lucha por los animales, por los derechos de las mujeres, derechos culturales… Esa sociedad que es un puente entre lo que es el sentir del pueblo y que el régimen no reconoce. Y si no reconoce a los interlocutores de ese pueblo, el pueblo entonces está silenciado y reprimido. Pedimos el otorgamiento de la personalidad jurídica para la prensa independiente, para partidos políticos que sean símbolo de un sistema democrático, para los artistas independientes… Básicamente, lo que pedimos es libertad y democracia para Cuba. Y poder vivir en un país en el que se puede crear sin que te llamen delincuente o terrorista».

Otero Alcántara recordó la situación del rapero Denis Solís, cuya detención y condena, a ocho meses de cárcel, por un falso delito de desacato, llevó a varios miembros del MSI a realizar una huelga de hambre, reprimida por el régimen que provocó protestas y surgimiento del fenómeno 27N, que puesto en jaque al régimen cubano. «Exigimos la libertad de Denis», concluyó.

Todas estas denuncias desmontaron en parte la intervención que anteriormente había realizado Katia Afheldt, jefe de la División para México, América Central y el Caribe, Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), que sostuvo que en los últimos años había habido cambios en la isla, tras el relevo en el poder de Raúl Castro por Miguel Díaz Canel, en 2018, y la aprobación de una nueva Constitución, en 2019, tras un referéndum. Aunque reconoció que «este proceso no se llevó a cabo como una reforma sustancial», Afheldt consideró que la nueva Constitución incluye un avance «en derechos para los ciudadanos en Cuba». Algo que en la práctica no es realmente así.

DDHH, un tabú para los diplomáticos

Para Afheldt uno de los objetivos prioritarios de este Acuerdo es que la sociedad civil desempeñe un papel fundamental: «Le damos una gran importancia a las reuniones con la sociedad civil», aseguró. Un aspecto del que se quejó abiertamente Berta Soler: «Las relaciones bilaterales de las delegaciones de la UE en La Habana se centran sobre todo en las relaciones económica y diplomáticas general, sin embargo, los DDHH son un tabú para los diplomáticos que no se reúnen habitualmente con la sociedad civil independiente. Así la sociedad civil no recibe apoyo ni participación en los proyectos de cooperación con la UE, y los fondos destinados a la sociedad civil son desviados a organizaciones dependientes del Estado cubano, que no son sociedad civil», denunció. «Algo que podría ser considerado como un desvío de fondos del Acuerdo de Diálogo vigente». Y, por último, señaló que si bien la delegación de la UE hace declaraciones habitualmente sobre el embargo que sufre Cuba, «ni una sola declaración hace referencia al bloqueo de los derechos humanos».

Tras las diferentes exposiciones de Ferrer y Escobar, intervinieron varios eurodiputados, como Javier Nart, del grupo liberal Renew Europe, que el día anterior denunció la detención de Berta Soler; Leopoldo López, del PPE, que dijo que había un «aire de hipocresía» en el tratamiento del Acuerdo de Diálogo y Cooperación de la UE y Cuba, que acusó de pasar por alto que no se respeten las condiciones del acuerdo «para no enfrentarse directamente» con el régimen; mientras que Hermann Tertsch, eurodiputado por Vox, consideró que con este acuerdo la UE «está ayudando a financiar a un aparato opresor». «Tiene una cláusula que ser aplicada», reclamó el eurodiputado. «Es una tomadura de pelo para los cubanos».

Cerró la sesión Tilly Metz, que reconoció que había habido «improvisación» durante la sesión, por haber tenido que incorporar vídeos -«ustedes se imaginarán porque no han sido posibles algunas conexiones», concedió-. En cuanto a los temas abordados, afirmó que «tenemos que seguir muy de cerca lo que ocurre en Cuba: el MSI, toda la actividad cultural, la libertad de expresión, las detenciones arbitrarias… Seguimos muy de cerca la situación de los DDHH, lo hace la Delegación de América Central. Somos observadores fieles», enfatizó. «También actuamos y creo que es fundamental que se mantenga abierto el canal de comunicación. Que luchemos a favor de la defensa de los DDHH». E insistió en que la solución está en el diálogo y en la cooperación. «Por eso tenemos este Acuerdo, que tiene que ser más fructífero. Solo gracias a la cooperación y la comunicación podremos plantear y resolver los problemas de DDHH y otros problemas a nivel económico que vemos en la región, como el Covid-19 y el cambio climático», concluyó.

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