“Abandonar a un paciente de paliativos es como una tortura”

Una experta de la OMS aseguró ayer en Gasteiz que esta práctica “viola de manera brutal los principios éticos básicos”

Diario Deia EFE – 10/06/2018

Clausura del Congreso de Cuidados Paliativos. (DEIA)

El abandono de un paciente que necesita cuidados paliativos “viola de manera brutal los principios éticos básicos y supone un comportamiento que se asemeja a un acto de tortura”, según Marie Charlotte Bouesseau, consejera de Provisión de Servicios y Seguridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Bouesseau participó ayer con una conferencia en el XII Congreso Internacional de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, que se clausuró en Gasteiz y que ha reunido a un millar de profesionales socio-sanitarios. La experta subrayó la importancia de asumir el compromiso global adoptado en 2004 por todos los Estados miembros de la OMS para el desarrollo de los cuidados paliativos dentro del objetivo prioritario de la cobertura sanitaria universal, un compromiso que, según ha defendido, debe suponer “una transformación sistémica”.

“Los cuidados paliativos deben estar disponibles precozmente para todos los pacientes que afrontan problemas inherentes a una enfermedad potencialmente mortal tras identificar de una manera temprana sus necesidades”, añadió. Para la representante de la OMS, este reto debe contar con financiación suficiente que garantice no solo la disponibilidad, sino también el acceso real a los medicamentos y a las tecnologías necesarias, ya que más del 85% de la población mundial no tiene acceso a los fármacos opioides. Avanzó algunos de los proyectos que desarrolla la OMS en este ámbito como una aplicación móvil de cuidados a domicilio “para uso de familiares que cuidan a pacientes en su casa y que tiene como objetivo que puedan comunicarse de modo más fluido con el equipo profesional”.

Morir en una UCI

En la jornada final también participó Iñaki Saralegui, médico de Cuidados intensivos del Hospital Universitario de Álava, quien sostuvo que “la UCI sí puede ser un buen sitio para morir”, aunque defendió una mayor humanización de una unidad tradicionalmente temida por los familiares y donde se registran el 10% de las muertes hospitalarias.

Saralegui argumentó que hay alternativas para “lograr unidades más humanas y más amables”, tal y como demuestra el proyecto HUCI, que empezó en 17 unidades de centros españoles, y al que ya se han adherido más de 50. Medidas como flexibilizar el horario de visitas, implicar a la familia en el cuidado, favorecer los paseos para que el enfermo pueda salir en algún momento de forma controlada, apostar por la arquitectura humanizada con salas de espera reconvertidas en salas de estar y cuidar al profesional sanitario con tratamientos de musicoterapia o arteterapia se han demostrado como una mejora de la calidad de vida de los pacientes, de sus familias y del personal cuidador.

 

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