Abandonadas en Nepal las madres de alquiler de 26 bebés israelíes rescatados

ABC.ES.- 8-MAY-2015

El Gobierno de Tel Aviv fletó un avión para rescatar a sus padres gais y a los niños de menos de seis semanas, pero no permitió viajar a las madres por no tener papeles

Diez días después del publicitado rescate humanitario en Nepal de 26 bebés nacidos de padres israelíes gais y madres de alquiler, las trabas burocráticas siguen impidiendo la salida de aquellas del país para seguir cuidando de los niños. El caso ha abierto una fuerte polémica en los medios israelíes, que se preguntan por la “humanidad” de rescatar a los padres israelíes y a sus bebés, y dejar atrás a las madres sin preguntarse por su crítica situación personal -en medio del terremoto- ni por la circunstancia de que seguían amamantando a sus hijos. Los 26 niños “encargados” por padres homosexuales israelíes nacieron en las seis semanas anteriores al seísmo.

La historia estalló el pasado día 28, cuando se supo que un Boeing 747 israelí había aterrizado en el aeropuerto Ben Gurion con 229 pasajeros, entre ellos 15 bebés israelíes nacidos en Nepal poco antes del terremoto. Con ellos se completaba una operación de rescate de 26 bebés encargados a “vientres de alquiler” en Nepal por parejas de homosexuales israelíes, ya que en Israel solo se permite legalmente esa práctica a las parejas heterosexuales. El impacto emocional de la operación de rescate se esfumó cuando se supo que a las madres se les había impedido tomar el avión por no tener los papeles en regla para viajar a Israel.

Un encendido editorial del diario israelí “Haaretz” hizo sacar los colores al Gobierno. El rotativo criticó la rapidez que habían mostrado las autoridades en evacuar a sus nuevos ciudadanos prescindiendo de la suerte de sus madres. “¿Cómo es posible que ninguna de las historias de interés humano y de compasión mencionase a esas mujeres -de un origen socioeconómico tan difícil que les empujó a alquilar sus vientres- y que ahora están abandonadas en una zona de desastre como los hijos que tuvieron?”, se pregunta en Haartez el analista Alon-Lee Green.

Para abundar en la polémica, ha trascendido que hay otras cien “madres de alquiler” en Nepal embarazadas por encargo de gais israelíes. El fiscal del Estado ha prometido que todas ellas -de nacionalidad nepalí e india- podrán viajar a Israel para dar a luz allí a sus hijos. El ministro saliente del Interior también se ha visto en el brete de tener que asegurar que, para esas cien embarazadas, no habrá “problemas burocráticos” para viajar a Israel.

De fondo también se agita la polémica en torno a la ética del negocio de los “vientres de alquiler”. Algunos abogan por eliminar las actuales barreras legales en Israel: no tiene sentido, dicen los laicistas, que se permita esa técnica a las parejas heterosexuales y no a las homosexuales, que se ven por ello impelidas a acudir a países pobres del extranjero para tener hijos. Otros denuncian el entero fenómeno de la maternidad por encargo, que califican de “tráfico con seres humanos” como cualquier otro. Hace años, los gais israelíes acudían a la India en busca de “vientres de alquiler”; cuando Nueva Delhi prohibió ese comercio, se trasladaron al Nepal. En Canadá y Estados Unidos, tener un hijo de “madre de alquiler” puede costar más de 150.000 euros, frente a los 30.000 euros que cobran las agencias en Nepal.

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