Segundo repunte consecutivo de abortos

Aborto

El año pasado hubo 1.794 interrupciones más de embarazos que en 2017. También suben, aunque ligeramente, los abortos entre menores de 20 años. ¿Falta de prevención?

La cifra de abortos tiene una tendencia a la estabilización para el Ministerio de Sanidad. Según las asociaciones provida, en cambio, es preocupante. Los datos en cualquier caso hablan por sí solos. El año pasado volvió a repuntar el número de interrupciones voluntarias del embarazo. Así, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Sanidad, en 2018 se registraron 95.917 abortos frente a los 94.123 que hubo en 2017. Es decir, 1.794 interrupciones de embarazo más. Esto supone un incremento del 1,91% respecto al año anterior. Ahora bien, se trata del segundo repunte consecutivo, ya que en 2017 también subió respecto a 2016 en unas mil interrupciones, de modo que en dos años se producen un 2,99% más de abortos. Fue precisamente en 2017 cuando se produjo el primer repute después de seis años de descensos. Y es que en 2011 se registró el mayor aumento en nuestro país: 118.611, justo un año después de que el Gobierno de Zapatero aprobase la norma que despenalizaba esta práctica durante las primeras 14 semanas. Si se analiza por población femenina, el año pasado se produjeron 11,12 por cada 1.000 mujeres, frente a las 11,78 de 2008.

Llama la atención que el número de abortos también suba en el grupo de menores de 20 años: 9.828 interrupciones, 73 más que en 2017. De nuevo, Sanidad considera que se trata de un estancamiento al ser un aumento de menos del 1%. Representan al 10,25% del total de abortos y la mayoría (el 65,37%) interrumpe su embarazo antes de la semana octava de gestación.

En cualquier caso, lo preocupante es cuando el motivo de embarazo y posterior interrupción son por la ausencia de métodos anticonceptivos. Así, de los 95.917 abortos, 32.682 no utilizaron ningún medio, o lo que es lo mismo el 34,07% de los casos. Entre menores de 20 años, fueron 3.164 abortos en los que no se utilizó ningún método. Es decir, el 32,19%. Y eso, sin contar con el «no consta», por lo que es muy probable que esos porcentajes fueran más elevados.

Por edades, el pasado año 310 niñas menores de 15 años tuvieron una interrupción voluntaria del embarazo (ocho con solo 12); hasta los 19 años fueron 9.518 casos; de 20 a 24, se dieron 20.595; de 25 a 29 años, 20.876; de 30 a 34 años 19.856; de 35 a 39 años fueron 16.953; de 40 a 44 años, y en mayores de 44 años se dieron 608.

Respecto al motivo de la interrupción, el más alegado, con un 90,44% de los casos fue la propia petición de la mujer. Sube, por tanto, el porcentaje de mujeres que lo hicieron por decisión propia, ya que el año anterior era el 89,75%. El segundo motivo fue el grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada, 5,94 (que baja respecto al 6,38% de 2017), el riesgo de graves anomalías en el feto, 3,32 por ciento (3,61% en 2017) y, muy minoritariamente, por anomalías fetales incompatibles con la vida que baja y se sitúa en 0,28 por ciento (0,30%).

Para las clínicas de interrupción del embarazo, este repunte de abortos se debe a la falta de prevención. Así, desde la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI) aseguran a Ep que el «pequeño» aumento se debe a la «falta de desarrollo» de la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva recogida en la Ley de 2010 que regula la interrupción de los embarazos.

La presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, ha restado importancia al repunte: «El aborto no ha despegado ni mucho menos. Las mujeres no abortan porque quieran, sino porque lo necesitan porque las obligan, por las dificultades de mantener a una familia», manifestó a Ep.

Opinión que contrasta con la de José Miguel Serrano que explicó a este periódico que «progresivamente la evolución del aborto es hacia el aumento». «El discurso de que la educación lo frenará es optimista y choca constantemente con los datos. El mantra de que una mayor educación sexual reducirá los casos no se traduce en un menor número de abortos. Hay un sector de la población que lo utiliza como un método anticonceptivo. En esos casos el aborto repetido no ha disminuido con el tiempo, sino que se mantiene. En ello incide la trivialización del aborto y el recurso a él como medio anticonceptivo».

Cataluña lidera el «ranking»

Volviendo a la estadística, el grueso de las intervenciones se realizaron en la octava semana o menos de embarazo (70,51%). Uno de cada cuatro (23,68%) se hicieron entre las 9 y las 14 semanas, mientras que el resto se practicaron por encima de las 15 de gestación. Por Comunidades Autónomas, la mayor tasa de interrupciones del embarazo se registró en Cataluña, con 14,04 casos por cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años, muy por encima de los 12,89 de 2017. Baleares baja a un segundo puesto con 13,92 casos aunque prácticamente se mantiene con respecto al año anterior (13,94 casos); Madrid sigue en tercer lugar con 12,74 (13,07 en 2017); le sigue Asturias, Murcia, Canarias y Andalucía. Todas ellas por encima de la media nacional. Por debajo de la media nacional se sitúa País Vasco con 10,03 casos por cada mil mujeres; Aragón, con 9,19; Comunidad Valenciana (9,17); Castilla-La Mancha (7,99); Navarra, con 7,88; Cantabria, con 7,75; La Rioja (6,91); Extremadura (6,71 casos); Castilla y León (6,60); Galicia (6,50), y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla con 3,5.

Por otro lado, el perfil según la nacionalidad arroja que el 65,29% eran españolas; un 7,5% de la UE, un 1% de Europa; un 5% africanas; un 18,52% del continente americano, siendo el 13,66 de América del Sur, y finalmente de Asia, con un 2,5%.

En cuanto al lugar, se sigue incrementando el número de abortos en centros públicos. El año pasado, el 13,95% de las interrupciones se llevaron a cabo en centros públicos, frente al 1,84% del año 2010. No obstante, el 86% de las interrupciones voluntarias de embarazo se realizaron en centros privados.

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