Los cuidados paliativos pueden aliviar el sufrimiento

«En mi experiencia profesional, aquellos que inicialmente solicitaban la eutanasia eran los mismos quienes después de comenzar a recibir una atención integral (…) agradecían el poder haber vivido su última etapa de la vida con dignidad»

ABC – 08/04/19

Por Antonio Ramos Sánchez

El poder recibir cuidados paliativos es un derecho que asiste a todo aquel que lo necesite. Pero la realidad actual en España es otra; apenas la mitad de todos aquellos pacientes y familias que requieren de una asistencia paliativa de calidad al final de la vida, tienen acceso a ella. Según los últimos datos, y a pesar de haber demostrado sobradamente tanto su eficacia como su eficiencia, hay un gran déficit en la red asistencial en cuanto a los cuidados paliativos se refiere.

Hablar de eutanasia y de su despenalización sin que se haya sido capaz de garantizar a todas aquellas personas que lo necesitan el acceso a unos cuidados paliativos de calidad llevados a cabo por profesionales adecuadamente formados, puede parecer una frivolidad y desde luego, no es la solución para la dignidad de la persona. En una sociedad avanzada como la nuestra, se deben proporcionar los recursos asistenciales necesarios para afrontar el final de la vida de una manera digna.

En mi experiencia profesional acompañando a pacientes y sus familias en la última etapa de su vida, aquellos que inicialmente solicitaban la eutanasia o un suicidio asistido, eran los mismos quienes después de comenzar a recibir una atención integral, aliviándoles el dolor físico y espiritual que padecían y con un soporte emocional adecuado, cambiaban de opinión y agradecían el poder haber vivido su última etapa de la vida con dignidad y siendo los verdaderos protagonistas.

Los cuidados paliativos no pretenden ser una poción mágica capaz de devolver la salud, pero sí son una dosis de reconfortante esperanza, de alivio, de acompañamiento y de autonomía en unos momentos en los que todo parece estar perdido.

Quienes se dedican a ello, se esfuerzan por proporcionar alivio y confort en las últimas fases de la enfermedad. Por mantener la dignidad de las personas hasta el último momento y por ensanchar la vida de los enfermos y sus familias, proporcionando calidad de vida. Tratando de que el tiempo que les queda a aquellos que padecen una enfermedad avanzada no sea una lenta e inexorable espera de la llegada de la muerte, sino un tiempo de vida.

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Dr. Antonio Ramos Sánchez es director del Máster Universitario en Cuidados Paliativos de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios de la Universidad Pontificia Comillas.

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