RELIGIÓN EN LIBERTAD – 10/12/2018
En la provincia canadiense de Quebec, que alberga a unos 8,5 millones de personas, la eutanasia es legal desde diciembre de 2015, y como era de prever cada año el número de muertes auspiciado por esta ley no para de crecer.
Recientemente se ha presentado en el Parlamento de Quebec un informe que hace un balance de los tres años de aplicación de la eutanasia. Desde que está vigente 1.664 ciudadanos han sido eutanasiados.
Aumento considerable del número de muertos
Según los datos y la clasificación que ofrece el informe, 845 murieron en 9 meses (de julio de 2017 a marzo de 2018), por los 638 que lo hicieron en 12 meses (julio de 2016 a junio de 2017). Se observa así un incremento importante de personas a las que se les ha practicado la eutanasia en esta región del este de Canadá.
BioEdge, portal especializado en bioética, destaca la extraña manera en la que el informe recoge los datos y para ello ofrece unas estadísticas más comprensibles y que muestran más claramente la gravedad de lo sucedido.
Sobre una base mensual, el número de personas que recibieron “asistencia médica para morir”, es decir, la eutanasia, aumentó de 53 por mes en 2017 a 93 en 2018. Esto se traduce en un incremento del 75%.
El informe indica igualmente que cerca del 10% de las muertes informadas por eutanasia no se administraron completamente según contempla la ley sino que faltaría algún papel o simplemente se habría vulnerado la letra de la normativa. En el periodo anterior este porcentaje era del 8%, por lo que las irregularidades crecen, al igual que el total de muertos.
Preocupación de los expertos en Bioética
Pero otro hecho muy preocupante lo muestran tres expertos en Bioética de Quebec en el Journal of Medical Ethics, que constatan que la ley de eutanasia se está convirtiendo en primera instancia, y no en el última, para muchos pacientes.
En su opinión, las solicitudes para la eutanasia deben ser investigadas y tratadas con mucha más cautela. Según aseguran, la aplicación de la eutanasia en Quebec se puede estar dando de manera “abrupta” y “sin una evolución documentada” lo que puede provocar que las solicitudes no sean tratadas como consideraciones morales particulares sino como meramente administrativas o legales.
Más información en la sección de Eutanasia
