Lacave: “El deseo personal es el criterio clave para la eutanasia si no se viola la ley”

“En la filosofía cristiana la decisión individual pierde peso frente a sus normas”, asegura el oncólogo.

J. Fernández 09.11.2016

4776b06d-e469-41b1-abcd-5c35e11037f0-837-000000d99b8bed04_tmp
Cristina Suárez De la Vega, Ángel Pérez y Ángel Jiménez Lacave, en el Club Prensa Asturiana. LUISMA MURIAS

 

El fundamento ideológico del derecho a que se practique la eutanasia proviene de las filosofías dominantes en los siglos XIX y XX. Así lo explicó ayer en Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, el doctor Ángel Jiménez Lacave, durante una ponencia que compartió con la médico especialista en cuidados paliativos Cristina Suárez de la Vega, moderada por Ángel Pérez, miembro de la comisión deontológica del Colegio de Médicos de Asturias. Todas estas filosofías dominantes,, resaltó Lacave, “tienen en común la inmanencia. Empiezan y acaban en el hombre”. La libertad, que para estas líneas de pensamiento consiste en que “cada individuo puede hacer lo que él mismo piense”, avala a quien desea solicitar que se ponga fin a su vida.

El médico oncólogo y miembro de la Asociación de Profesores Universitarios Santa Catalina destacó que la eutanasia estaría de este modo justificada al apelar a la libertad individual como última instancia normativa: “El deseo personal sería fundamental, por encima de cualquier otro criterio siempre y cuando no viole los límites de la ley”.

Y contrapuso estas teorías, que “tienen un concepto puramente biológico del hombre”, a la filosofía cristiana. En esta última, dijo, “el hombre está creado a imagen y semejanza de Dios y, por tanto, tiene cierta analogía con él”. Siguiendo la doctrina cristiana, destacó, la ética está determinada por normas que establecen y distinguen los hechos buenos y los malos. El deseo personal del individuo pierde peso: se debe “actuar en conciencia pero de acuerdo a esas normas”.

Cristina Suárez de la Vega, por su parte, separó cuidados paliativos y eutanasia. Los receptores de este tipo de atenciones, subrayó, son “enfermos para los que no hay curación y para los que no tiene sentido buscar más días de vida con tratamientos heroicos y agresivos”. La doctora, experta en el tratamiento a enfermos oncológicos y crónicos en fase avanzada, dejó claro que los cuidados paliativos consisten en “adaptar al enfermo y a su familia a esta nueva fase de la enfermedad” y que su misión no es practicar el suicido asistido.

De hecho, destacó que en este ámbito “la petición de la eutanasia es prácticamente inexistente”. Explicó, además, que la Medicina no es la única herramienta en su campo y que el componente humano tiene una gran importancia. “Quienes piden la eutanasia lo hacen principalmente porque se consideran una carga para su familia”, resaltó la doctora. De ahí la importancia que da su especialidad a que los pacientes sean “activos” y “útiles” hasta el final de su días: “Hay que conseguir un final pacífico y digno”. Una parte muy importante para lograrlo es explicar con claridad la situación a los enfermos y sus allegados con quien se debe mantener una comunicación fluida y dar “esperanzas realistas”.

Artículos relacionados