La Federación One of Us alerta sobre la deshumanización y la coacción que para los enfermos terminales supone la eutanasia

ONE OF US – 28/06/2018

The One of Us Federation advierte sobre la deshumanización de la eutanasia. La eutanasia significa abandonar a las personas afectadas por enfermedades graves y discapacidades consideradas sin dignidad humana. Esta opción no tiene sentido, desde un punto de vista ético, médico y jurídico. Uno de nosotros, Federaton, afirma en cambio la necesidad de garantizar y mejorar los cuidados paliativos, porque la dignidad humana siempre es igual. La alternativa real a la eutanasia es un sistema de cuidados paliativos robusto y completo como una respuesta real a las necesidades de los pacientes y una auténtica asistencia humana, médica y espiritual.

Los países en los que está implementada la eutanasia como Holanda o Bélgica hacen una  advertencia sobre pacientes que “eligen” la eutanasia exclusivamente porque su preferencia por los cuidados paliativos no está disponible.

Jaime Mayor Oreja, Presidente de One of Us: “La introducción de la ley de eutanasia nos aleja de lo más importante, que es dar respuesta real a muchas personas que sufren por que no hay cuidados paliativos suficientes”.

Para Justo Aznar, Director del Instituto Ciencias de la Vida y del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia: “El planteamiento de la posibilidad de terminar con la vida de un paciente que sufre padecimientos insoportables en un determinado momento de su enfermedad o en una experiencia de profunda angustia vital, resulta un claro exponente del fracaso de la medicina paliativa o, quizá, la consecuencia de su no utilización”.

Por otro lado, la eutanasia y el suicidio asistido desvirtúan la medicina, conculcan sus principios más elementales y denigran a quien los propugna, los defiende, los justifica o los facilita.

(VER ARTÍCULO ELABORADO POR EL OBSERVATORIO DE BIOÉTICA: VALORACIÓN MÉDICA, JURÍDICA Y BIOÉTICA DE LA EUTANASIA).

La Federación One Of Us considera que debemos dar una respuesta ética y médica a nuestra sociedad en la etapa final de la vida de las personas y la única respuesta ética aceptable ante el final de la vida son los cuidados paliativos, que ni precipitan deliberadamente la muerte ni prolongan innecesariamente la agonía, si no que cuidan al enfermo, aliviando su dolor mientras llega la muerte.

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