teinteresa.es,- 18-MAY-2015
La delegación de la Santa Sede en la Conferencia Internacional de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que se está celebrando en Viena y que aborda cómo ‘Combatir la discriminación contra los cristianos’, ha denunciado que los episodios de intolerancia “no han disminuido” y se observan en Occidente con “la prohibición de símbolos religiosos”, las “caricaturas ofensivas” o “la agresión de Femen al cardenal Rouco Varela”.
Se trata de la segunda conferencia internacional que la OSCE dedica al odio contra los cristianos. La primera tuvo lugar en Roma en el año 2011. El organizador de aquella conferencia en calidad de representante de la OSCE para la lucha contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia religiosa, Massimo Introvigne, explica a Radio Vaticana que el odio contra los cristianos a menudo “se omite”.
Introvigne apunta que las estadísticas “no están completas” porque “muchos de estos casos no son afrontados por los Estados”. Además, lamenta que mientras los crímenes de odio contra otros colectivos son enumerados “en detalle”, los cometidos contra cristianos a veces son “olvidados”.
Por otro lado, se refiere a derechos de los médicos cristianos a la objeción de conciencia ante el aborto y señala que aunque este derecho se reconoce “en la mayoría de los países” del área de la OSCE, ha precisado que en “muchos” países este derecho no se extiende a los farmacéuticos que no quieren vender la píldora del día después.
En este sentido, el sociólogo recuerda el caso de una funcionaria de Inglaterra que se negó a oficiar un matrimonio homosexual, en base a su fe cristiana, cuya objeción de conciencia no fue reconocida por la Corte Europea de los DDHH y añade que en los EEUU hay “muchos casos en los que no se reconoce el derecho de floristas, pasteleros o fotógrafos a negarse a prestar sus servicios por razón de conciencia a matrimonios entre personas del mismo sexo”.
En todo caso, Introvigne apunta que muchos casos de violaciones de derechos se producen por “un conflicto de derechos” y pone el ejemplo de una fotógrafa de Nuevo Méjico condenada por negarse a realizar las fotografías de una boda entre dos mujeres. “Casos como este –señala– muestran que esta libertad absoluta de expresión, también la artística, no lo es frente a otros derechos hoy muy de moda”.
Según precisa, “la libertad religiosa no es el único derecho” pero, a su juicio, hace falta que “no sea considerada la pariente pobre” respecto a otros derechos. Precisamente, subraya que existen declaraciones internacionales que consideran la libertad religiosa “la piedra angular sobre la que se construyen muchas otras libertades”.
Por ello, Introvigne considera que el diálogo entre creyentes de diferentes religiones y no creyentes es una de las claves, aunque “no la única” para combatir los crímenes del odio y la intolerancia contra los cristianos y propone también judiciales y legislativas.
