El triste caso de Evelyn Hernández y las presiones de lobbies para imponer el aborto en El Salvador

(Ref religionenlibertad.com)

El Salvador, un país centroamericano de tradición católica, con 6 millones de habitantes, es uno de los pocos países de Occidente que protege la vida de todos los bebés en todas sus fases, en la gestación y después de ella. Tiene leyes que castigan a quien practique abortos y también a quien practique infanticidios después del parto.

A veces se dan casos judicialmente dudosos cuando una mujer da a luz lejos del hospital, sin testigos, y declara que el bebé nació muerto. Pero ¿nació muerto, murió de forma natural y no querida después del parto, o se le mató, quizá por desatención provocada?

En un país menos pobre que El Salvador, con partos en hospitales, no habría dudas. Chile tuvo durante décadas una ley que prohibía todo aborto pero al tener un sistema de salud moderno y eficaz no se daban casos así: las mujeres daban a luz con médicos.

El caso de Evelyn Hernández

Ahora es noticia el caso de Evelyn Hernández: dio a luz en 2016 en su vivienda, un pariente la llevó después al Hospital Nacional del municipio de Cojutepeque. El bebé estaba muerto. Un médico informó a las autoridades. Evelyn había quedado embarazada de ese bebé en una violación. ¿Lo había matado al nacer?

La defensa asegura que Evelyn ni siquiera sabía que estaba embarazada y que de hecho quedó inconsciente durante el parto. El diario El País lo resume así: “Sintió dolores abdominales y fue a la letrina de su casa, donde sufrió una hemorragia y se desmayó. Había sufrido abusos sexuales durante meses, pero nunca denunció a su violador porque la había amenazado con matar a su madre. Tampoco sabía que estaba encinta, por lo que su defensa alega que ella había tenido un embarazo asintomático”.

Un primer juicio dictaminó que Evelyn había causado la muerte del bebé. Pero en 2018 la Corte Suprema del país centroamericano anuló la sentencia y ordenó repetir el juicio. Ahora una autopsia practicada al bebé (tenía 8 semanas de gestación) estableció que falleció a causa de una “neumonía aspirativa”. No quedó demostrada ninguna acción o inacción de la mujer contra el bebé. Por primera vez, un segundo juicio refuta los resultados de un juicio anterior por un caso de infanticidio perinatal.

La abogada de Evelyn, Bertha de León, declaró que según el juez “no había forma de comprobar el delito y por eso la absolvió; y ha dicho que fue un parto complicado, como el de muchas de las mujeres que aún están presas por el delito de homicidio”.

Aunque las entidades abortistas quieren usar el caso para legalizar el aborto, el aborto no tiene nada que ver con el caso. Fue un caso -dice la justicia- de parto complicado en el que un bebé muere por causas naturales.

La ley no castiga, evidentemente, el aborto espontáneo

Desde hace meses, muchos medios de comunicación dicen que en El Salvador se encarcela a mujeres por haber tenido abortos espontáneos. Evidentemente, no hay ninguna ley en el país que penalice los abortos espontáneos: como en casi cualquier país, se penaliza el infanticidio de bebés ya nacidos. Además, está prohibido el aborto provocado.

El Colegio Médico de El Salvador (colegiomedico.org.sv) respondió a la campaña abortista con un comunicado el 13 de abril de 2018 pidiendo “desmontar la campaña mediática de desinformación” a favor del aborto.

El Colegio Médico recordaba lo que enseña la ciencia médica: “El inicio de la vida humana es una realidad científicamente probada, el tema no es metafísico, filosófico, ni ideológico, el fundamento es biológico”.

Contra el supuesto “aborto terapéutico”, los médicos explicaban: “no existe una situación, en la práctica médica actual, donde la vida humana deba ser intencionalmente destruida por medio del aborto con el propósito de salvar la vida de la madre. Un médico deberá hacer todo lo posible para salvar la vida de ambos, jamás debe intentar la muerte directa de alguno de ellos”.  Añadían: “No existe indicación técnica alguna, para determinar que un aborto sea terapéutico”.

(Cabe explicar que los abortistas suelen mencionar casos extremos como los embarazos ectópicos, pero la mitad se resuelven por sí solos y al resto se puede responder, en buena ética con la salpingectomía, que quita el tejido dañado de la trompa de Falopio; no es necesario legalizar el aborto para atender estos casos; ver este análisis).

El Colegio Médico recordaba que en la Constitución salvadoreña desde su concepción el ser humano “es sujeto del derecho absoluto de la vida, la cual está protegida constitucionalmente”.

Las manipulaciones en prensa de algunos casos concretos: “las 17”

El Colegio Médico de El Salvador denuncia las campañas abortistas que manipulan “conceptos y datos”. 

“Por ejemplo: Caso de las 17, en el cual que ninguno es aborto, como se intenta hacer creer o el encarcelamiento de madres con abortos espontáneos, provocando incertidumbre en las madres etc. creando además, una campaña de desprestigio internacional a El Salvador con información falsa, para generar mayor presión internacional”, expresó la institución.

En un análisis de Aciprensa en 2014, la presidenta de la Fundación Sí a la Vida en El Salvador, Julia Regina de Cardenal, señaló que “las 17” son “mujeres condenadas por homicidio agravado”. 

Explicó que los abortistas han buscado casos desde el año 2000 –pues en 1999 se ratificó la reforma constitucional que defiende la vida desde la concepción–, en los que mujeres fueran encarceladas “por problemas supuestamente ‘relacionados con embarazo”’.

“Están manipulando estos 17 casos argumentando que desde que se cambió la legislación supuestamente hay persecución de mujeres y que a estas les han dado 30 a 40 años ‘injustamente’ porque dicen que tuvieron ‘complicaciones obstétricas’ y ‘abortos espontáneos’”.

La portavoz provida señalaba que “el aborto espontáneo no es delito en ninguna parte del mundo y lo que se ha demostrado hasta con fotos [en diversos juicios] es que los bebés nacieron y fueron asesinados de la forma más cruel: estrangulados, apedreados, acuchillados, etc.”.

Sara Larín, coordinadora general del Movimiento VIDA SV de El Salvador, explicó en 2014 que “el lobby pro aborto no encontró mujeres procesadas por el delito de aborto en las cárceles de El Salvador, por lo que decidieron escoger 17 casos de mujeres pobres que asesinaron a sus hijos recién nacidos inmediatamente después del parto”, indicó.

Los presentaron “ante la opinión pública como 17 casos de ‘abortos espontáneos’ y ‘complicaciones obstétricas’.

En julio de 2014 “los movimientos pro-vida hemos averiguado quiénes son y cómo fueron los 17 casos. Hemos descubierto que en realidad el 100 por ciento de los casos nunca se trataron de presunto delito de aborto, sino de condenas firmes por infanticidio, es decir homicidio y agravado por tratarse de sus propios hijos”.

Exhortar a los médicos a defender la vida de todos

Ahora, en 2019, con la medicina moderna que permite cuidados prenatales inimaginables cuando muchos países aprobaron el aborto en los años 60 y 70, el Colegio de Médicos de El Salvador exhorta a los médicos a no participar en acciones que van en contra de la ley y la ética: “Se debe unir la Medicina, la Ética y el Derecho, ya que buscan el mismo fin: la promoción del respeto a la vida humana y de los derechos fundamentales, resguardando los valores contenidos en una relación interpersonal entre la mujer con embarazo complejo, el embrión y el médico; y siempre, asegurar los derechos de los más vulnerables, la mujer y el embrión, sin olvidarse de los deberes de todos para con ellos”.

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