Exteriores pone bajo sospecha los casos de gestación subrogada en Ucrania

El Ministerio tratará de forma individual los expedientes de las 30 familias bloqueadas en Kiev con los bebés

EL PAIS – 29/08/2018

El consulado de España en Kiev está mirando con lupa los expedientes de bebés nacidos por gestación subrogada en Ucrania. Así lo ha indicado el Ministerio de Exteriores en un comunicado, después de que una treintena de familias españolas se encuentren bloqueadas en la capital ucrania sin poder obtener el pasaporte español para los bebés nacidos allí mediante esta práctica, que no es legal en España. “El tratamiento de este tipo de expedientes requiere de un especial cuidado por parte de la Sección Consular de la Embajada de España en Kiev al haber sido informada en los últimos meses de posibles casos de mala praxis médica asociada a los procesos de reproducción asistida, así como de casos de posible tráfico de menores. La Embajada de España en Kiev debe adoptar todas las precauciones necesarias para proteger el interés superior de los menores”, dice el texto del comunicado, que desaconseja de forma rotunda “iniciar cualquier proceso de gestación subrogada en este contexto”.

Esa recomendación recoge la que ya había publicado la propia Embajada en su web, en la que alertaba de “estafas y engaños por parte de las denominadas clínicas de reproducción asistida”, detallando “irregularidades en el proceso” y “abortos inducidos por parte de las clínicas de reproducción asistida a las gestantes a partir de la sexta semana de embarazo, con el objetivo de incrementar los gastos y llevar a cabo otro costoso proceso de inseminación, o el deficiente control médico durante el embarazo de las madres gestantes”.

Hasta el mes de julio se inscribió en el registro consular en Kiev a niños nacidos mediante esta práctica, que consiste en que una mujer, generalmente a cambio de dinero, se queda embarazada de un bebé con el que no tiene vínculo genético y que se compromete a entregar a los que serán reconocidos como padres tras el parto. Exteriores niega que la modificación de la ley europea de protección de datos, que afectaría a la toma de muestras de ADN en el consulado para determinar la relación genética entre padre e hijo, sea la “causa de ninguna paralización” de las inscripciones. “Ese es un elemento más de los muchos aspectos que se tienen en cuenta en el tratamiento de cada expediente, en los que hay que verificar que se cumple con la legislación española, con la ucraniana y la validez de la documentación presentada”, dijo un portavoz.

Incertidumbre en Kiev

Entre tanto, en Kiev, las familias siguen con la misma incertidumbre de los últimos días. Con citas con el consulado para finales de octubre o noviembre, y algunas sin ni siquiera eso. Exteriores asegura que les atenderá de manera individualizada para informarles de la “legislación vigente, las alternativas legales y para ayudarles a buscar la mejor solución posible”, dice la nota oficial. El consulado todavía no ha emitido ninguna respuesta negativa a ninguna familia, aunque un portavoz de Exteriores ha asegurado por teléfono, horas antes de emitir el comunicado, que ya han iniciado “gestiones con las autoridades locales para estudiar alternativas en caso de que se produzca alguna denegación”.

La vía alternativa que cobra más fuerza, a la espera de las resoluciones del consulado español, es la de que soliciten un pasaporte ucraniano para que los bebés regresen a España y, una vez aquí, se inicie un juicio de filiación. Es lo que están recomendando abogados a algunos de sus clientes afectados y es lo que un funcionario del consulado le planteó como posible salida ayer a Eduardo, uno de los padres que está en Kiev, y que, con otras parejas, fue a la Embajada ayer para recibir información. El bebé que espera junto a su mujer nacerá en los próximos días. Aparte de las familias que ya están en Kiev, el problema puede continuar conforme vayan naciendo niños de los decenas de casos que puede haber en marcha.

El sistema de inscripción en el registro que había funcionado hasta ahora se basaba en que el padre (genético) figuraba en el registro como tal, y en el lugar de la madre se ponía, inicialmente, el nombre de la mujer ucraniana que dio a luz. “Ya en España, la esposa adoptaba al hijo de su marido previo consentimiento de la gestante. Es como si hubiera nacido un hijo de una relación extramarital del marido”, explica el abogado especializado en gestación subrogada Franco Antonio Zenna, que asesora a algunas de las familias afectadas. “Así se ha hecho al menos desde hace 7 u 8 años”, afirma.

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