Las mujeres afectadas por el método anticonceptivo Essure en España presentan una querella para que se investiguen los daños recibidos y la posible estafa sufrida

DIARIO JURIDICO – 11/07/2018

Método anticonceptivo que consiste en un muelle que se coloca en las Trompas de Falopio de la mujer impidiendo el paso del espermatozoide. 

La Asociación de Afectadas por el Essure en España ha presentado una querella con el objeto de abrir un proceso de investigación penal a los agentes que han intervenido en la cadena de información del método anticonceptivo, el fabricante Bayer, la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y los prescriptores de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Las víctimas del “muelle”, por la característica forma que presenta este producto, unos muelles metálicos que se insertan en las Trompas de Falopio de las mujeres para conseguir su esterilización irreversible, denuncian lesiones y estafa o “fraude científico”.

El pasado verano la multinacional Bayer anunció que retiraba del mercado su dispositivo intrauterino para la anticoncepción Essure. Lo hacía, según sus responsables, por motivos comerciales pero no pueden olvidarse las miles de afectadas que hay en todo el  mundo por los daños que causa este producto (muchas mujeres han perdido sus órganos reproductivos por la dificultad de extraerlo una vez inserto, entre otras lesiones).

Con la querella que ahora presenta el Bufete Almodóvar & Jara en la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, quieren investigar unos hechos que presumiblemente pueden ser constitutivos de delito. Refieren un delito de lesiones pues numerosas mujeres sanas fueron portadoras del Essure experimentaron similares efectos secundarios que dañaron su salud, no sólo en España, sino en gran parte del mundo.

Como argumenta Francisco Almodóvar, abogado que ha redactado la querella, la primera que se centra en el papel promotor de un producto por parte de una sociedad médica:

“Tras la retirada del producto las mujeres han recuperado su salud, en su mayoría. Ahora tienen una gran desconfianza en el sistema sanitario pues se sienten engañadas y dañadas en su integridad física y moral, así como su libertad”.

También creen que existe un delito de estafa (fraude científico) porque la información sobre Essure avalada por la sociedad de ginecólogos, la SEGO y producida por el laboratorio Bayer es deficiente, lleva a engaño y no es acorde con la buena fe médico científica. Los estudios clínicos que se hicieron para que el producto fuera aprobado por las autoridades sanitarias, están mal diseñados.

La propia agencia estadounidense de medicamentos, la FDA, obligó a Bayer en el año 2016 a realizar el primer estudio bien diseñado (número de sujetos, seguimiento, temporalidad del estudio, etc.) para conocer la realidad del producto dadas sus carencias (lo que implica reconocer que se aprobó su venta sin las suficientes evidencias científicas). La SEGO y Bayer han minimizado de manera constante las reacciones adversas que venían observando en las mujeres que portaban el Essure.

Las querellantes quieren averiguar las relaciones entre Bayer y la SEGO, pues el tesorero de esta asociación de profesionales médicos, José Eduardo Arjona, ha sido el principal avalista o promotor de Essure en España. La Agencia, la AEMPS, ha hecho “oídos sordos” al clamor de las víctimas y no ha realizado de manera adecuada la labor de vigilancia del producto que se le presupone.

Otro aspecto del fraude que denuncian las mujeres dañadas por el anticonceptivo es el marketing científico utilizado con este producto. Cuando se comercializa el Essure en la Unión Europea en el año 2001, no tiene probada eficacia superior a la ligadura de trompas. Sin embargo, contando con escasos estudios, en su mayoría mal diseñados, se logró introducir el producto en los sistemas sanitarios de España consiguiendo financiación pública en detrimento de la ligadura de trompas.

La querella también denuncia el mal trato que están recibiendo las mujeres que portaron Essure y sufrieron efectos adversos, pues son tratadas como “locas” que se están inventando sus síntomas, minimizando así los problemas probados del dispositivo. La salud de la mujer ha sido perjudicada mediante la introducción de un producto en el mercado sin seguir las debidas cautelas.

Como concluye Elena Fernández, coordinadora de las afectadas:

“Nunca se aplicó el principio de precaución en salud con la nueva tecnología que suponía Essure. Se informó mucho sobre sus beneficios pero sobre sus riesgos se hizo de manera inapropiada, inadecuada, poco ética y con mala fe, porque, además, los médicos estaban mal formados en muchos aspectos quirúrgicos, toxicológicos, sobre efectos secundarios del tratamiento, etc”.

Y eso es lo que ahora la Audiencia Nacional ha de investigar gracias a la perseverancia de estas mujeres víctimas de un pelotazo sanitario.

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